Para el hombre moderno la realización profesional y el éxito ocupa un gran peso en sus vidas. Sin embargo, hay quienes al tener todo lo que siempre han deseado se dan cuenta que allí no reside la verdadera felicidad y optan por empezar de cero para lograr algo que los llene algo más.
Algo de esta índole está experimentando Linnea Schmelzer, quien lo dejó todo para vivir en un desierto remoto junto a su perrito.
Ahora le muestran al mundo qué es ser feliz.
Linnea tiene 26 años y es de Wisconsin pero en la actualidad pasa sus días en el silencio de un desierto en Idaho. Por sorprendente que parezca, la chica dejó a quien fuese su pareja por los últimos 5 años, al igual que su estable trabajo para convertirse en una nómada moderna.
Su vida tomó el camino que siempre quiso.
En algún momento de su estable y exitosa vida, Linnea sintió la necesidad de salir de su zona de confort y para ello compró una van e invirtió 7.500 $ en su remodelación.
Este vehículo se ha convertido en su hogar.
De este modo empezó la aventura de su vida.
La joven se internó en el desierto pero no está del todo sola, pues la acompaña su dulce y leal perrita llamada Akela.
Esta pastor alemán de 5 años para el día explorando al lado de su mami y la falta de comodidades no ha sido un problema para ninguna.
Se han acoplado muy bien al reducido espacio.
«Disfruté de mi vida antes de la furgoneta. [Pero] diré que estaba necesitando algo diferente y más satisfactorio. Sabía en mi corazón que mi vida no era realmente lo que quería que fuera. Estaba buscando más profundidad, propósito, viajes y experiencias, así que decidí ir a Togo», explicó.
Togo es el nombre con el cual la joven bautizó a su casa rodante.
La nueva vida de esta chica es simple pero llena de recompensas, pues aprovecha al máximo la intimidad con la naturaleza para descubrirse a sí misma.
El lugar no cuenta con un inodoro o ducha propia, así que Linnea se las ingenia para cubrir sus necesidades básicas.
Cosas que pueden ser sencillas en una casa común son para esta joven un gran desafío.
Por lo general la chica recurre a baños públicos o para asearse, o simplemente se apoya de la naturaleza.
Al igual que hace su tierna peluda.
Aunque para muchos todo esto parezca ilógico, Linnea se siente tranquila de su nueva vida.
“Quería que Togo se sintiera como una pequeña cabaña. Sabía que pasaría la mayor parte de mi tiempo sola y quería un espacio que se sintiera reconfortante, terrenal y acogedor. Mi construcción es muy simple; sin ducha, sin bomba de agua, sin inodoro, pero sabía que sería perfectamente feliz sin esos lujos».
Togo sigue en construcción y a Linnea no le fue difícil renunciar a tantas cosas, lo único que no puede dejar es a su perrita con la que duerme y comparte absolutamente todo.
Juntas hacen un gran equipo.
“Akela está tan cómoda en mi cama como en nuestra tienda de campaña para dos personas. Ella es mi mejor amiga y compañera de viaje, y no puedo imaginarme haciendo nada de esto sin ella. Además, también es protectora con la camioneta y conmigo, lo que me hace sentir mucho más segura sabiendo que siempre me advertirá del peligro», explicó Linnea.
Por último, esta aventurera quiso dejar un mensaje a todo aquel que quisiera seguir sus pasos y experimentar este otro modo de vida.
Su intención es claramente animar al mundo a este estilo de vida moderno.
«Realmente creo que es hermoso que todos tengamos diferentes definiciones de vivir una vida feliz. Por eso, Sé amable contigo mismo. Te equivocarás. Está bien, ¡solo agrega algo de carácter a tu hogar! Por último, ríete de ti mismo. Ríete mucho», instó la joven.
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El mundo está cambiando y el hombre también pero el vínculo entre ellos y sus mascotas no morirá jamás, comparte en tus redes esta aventurera historia. ¡Hoy es el mejor momento para ser feliz!