Son muchas las familias que deciden llevar a sus amadas mascotas algún centro de entrenamiento para que reciban capacitación básica, como ir al baño o cumplir órdenes básicas. Los dueños de Dallas decidieron llevarlo a las instalaciones de K9 Off-Leash confiados de que estaría en buenas manos. Sin embargo, nunca imaginaron que lo peor estaba por pasarle a su hermoso peludito.
Dallas es un bull terrier miniatura.
El perrito pasó un poco más de cinco semanas en un centro de entrenamiento en Johnson City, Tennesse, durante ese tiempo el perrito realizó el entrenamiento sin correa, los dueños fueron advertidos que no podían visitar la mascota porque retrasaría el entrenamiento. Aunque la familia solo pensaba dejar al perrito por dos semanas, el entrenador les aseguró que Dallas necesitaba más tiempo para ser entrenado.
El centro de entrenamiento no veló por la seguridad del perrito.
Seguros de que su perrito estaría al cuidado de profesionales accedieron dejarlo por tres semanas más. Según Johnson City Press, el entrenamiento sin correa consiste en que el entrenador se lleve al perrito a su casa a vivir durante el tiempo que dura la capacitación. Sin embargo, la familia de Dallas asegura que nunca recibieron una queja del perrito ni fueron informados sobre ningún problema de salud.
Dallas había muerto de una manera terrible.
En vista de la triste noticia los dueños decidieron abrir una investigación, el propietario de Leash K9 Training, Randi LaFerney, y el entrenador de Dallas, Andrew Hunigan, recibieron órdenes de arresto imputándoles el cargo de crueldad animal agravada. Al respecto el propietario del centro de entrenamiento señala lo siguiente:
«Según los informes, Hunigan les dijo a los dueños del perro que creía que Dallas se había estrangulado tratando de escapar de su jaula, y que no fue la condición demacrada del perro lo que lo llevó a la muerte”.
Los dueños del perrito estaban confundidos y devastados con la noticia, decidieron llevar el cuerpo para realizarle una necropsia en el Centro Médico Veterinario de UT en Knoxville. El resultado arrojó que el perrito no había recibido agua ni comida en mucho tiempo, el hambre fue la causa de la muerte.
Una noticia que ha indignado a todos los amantes de los perritos.
Los responsables del crimen se entregaron a la justicia pero fueron liberados después de pagar una fianza de 10.000 dólares cada uno. Es lamentable saber que este tipo de cosas pasan, sin duda, el castigo se debe ajustar al crimen. Nada cambia si una suma de dinero deja en libertad a quienes no muestran respeto ni un gesto de amor por nuestras mascotas.
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