Generalmente quienes tienen una mascota aprenden a amarla como parte de su familia, cada día agradecen su lealtad y compañía velando por su bienestar físico y emocional.
Kirsten Kinch, de Dublín, Irlanda, sabía el significado de querer con el corazón a su compañera peluda: Nova, una perrita de raza husky siberiana. La joven viajaría con su familia para disfrutar tres días de vacaciones, así que dejaron a su perrita en P&E Boarding Kennels y Cattery, una guardería canina especializada.
Confiaron su cuidado a esa institución para asegurarse de que permaneciera bien atendida y segura mientras estaban ausentes. Pero lamentablemente fueron defraudados de la peor manera.
Cuando Kirsten regresó de Islandia encontró a su perrita sin vida, envuelta con cinta adhesiva en el interior de una bolsa. Habían empaquetado su cuerpo como si se tratara de una valija, era una escena devastadora.
La joven decidió difundir su trágica y amarga experiencia en sus redes sociales para denunciar el hecho que ocurrió en diciembre de 2018. Finalmente se sintió preparada para romper el silencio sobre su caso.
Relató que era la primera vez que Nova se quedaría a cargo de desconocidos, pero era su única opción al no poder llevarla al viaje.
Nova había sido diagnosticada con una infección en el colón, tenía tratamiento médico. En casa le administraban los medicamentos y evolucionaba favorablemente.
Kirsten dejó constancia en la guardería canina del tratamiento requerido por Nova, de forma verbal y escrita aclaró las recomendaciones sobre la forma de administrarle los fármacos.
Al parecer no siguieron las instrucciones y su negligencia le costó la vida a Nova dejando devastado el corazón de su dueña.
“El 31 de diciembre me trasladé desde el aeropuerto directamente a la guardería a recoger a Nova. Llamé cuatro veces, una vez que llegué al lugar me dijeron que había fallecido, que la habían encontrado en su jaula tras haber sufrido una hemorragia”, relató la joven.
“Nos quedamos impactados y devastados. Pregunté si le habían dado la medicación y me dijeron que sí”, agregó Kirsten.
Para ella era una noticia terrible saber que había perdido a su fiel compañera para siempre, pero lo peor fue la manera en la que recibió su cuerpo.
“Aplastaron a Nova de una forma que solo puedo describir como una pelota dentro de una bolsa negra y la cubrieron con cinta adhesiva. No hubo cuidado ni empatía por cómo lo hicieron. Fue traumático y desgarrador verla así, un husky de 25 kilos convertida en una bola”, dijo lamentó la joven.
Kirsten pudo confirmar que el cuerpo pertenecía a Nova gracias a su microchip, pero a pesar de eso decidió llevarlo a un centro médico para que un veterinario lo sometiera a una autopsia. En numerosas ocasiones se ha dirigido a la guardería canina P&E para solicitar más información sobre el caso, pero no ha obtenido respuesta.
En el mensaje que publicó en sus redes sociales acompañado de las imágenes de su perrita y del cuerpo que le entregaron, denuncia a la guardería como un lugar no apto para el cuidado de los animales.
“No es apta para ofrecer los niveles de atención que anuncian”, además, asegura que el vació de haber perdido a Nova es imposible de reemplazar. La pérdida le ha causado un daño irreparable, a pesar del tiempo transcurrido no hay consuelo para su dolor.
El dueño de P&E Boarding Kennels y Cattery, Paddy Cullen, aseguró que la perrita había fallecido a causa de parvo virus y que la recomendación que recibieron de los veterinarios era sellar bien el cuerpo para evitar la propagación del virus que podría causar daños irreversibles a los otros animales.
Han creado una campaña en Change.org en la que más de 34 mil personas han firmado para pedir justicia por Nova y el cierre de las guarderías caninas P&E Boarding Kennels y Cattery. Puedes firmar aquí.
Nos sumamos a la campaña para clamar a una sola voz justicia para Nova y todos los animales que son víctimas del trato de personas insensibles a su sufrimiento. ¡Compártelo!