Para muchos amantes de los animales, los perritos callejeros son su especial debilidad. Saber todo lo que sufren en medio de la soledad, el hambre y la angustia de no tener donde arrimar su cabecita, sin contar todos los peligros que les asechan, nos parte el alma.
Pero afortunadamente, siempre aparecen almas bondadosas caídas del cielo que velan por su bienestar, devolviéndonos la esperanza en la humanidad.
Es lo que sucede cada domingo en la Iglesia Santa Ana, de Gravatá, en Pernambuco, Brasil.
El párroco João Paulo Araujo Gomes es un devoto amante de los animales, pero su amor no es de palabra, sino con obras y de verdad.
Este santo sacerdote enseña a sus fieles el valor de las mascotas y el amor que le debemos a todos los animales, especialmente a los perros callejeros, ya que por una mala suerte del destino han terminado a la deriva frente a un panorama desolador, pero nada de eso es su culpa.
El padre João Paulo acoge animales callejeros dándoles cobijo, alimento y un lugar en su corazón…
Las puertas de su iglesia siempre estarán abiertas para ellos.
Los perritos callejeros aparecen en cada misa junto al sacerdote con la esperanza de ser adoptados
Su ejemplo vale más que mil sermones, pero su labor no se queda ahí. Además de rescatarlos, los lleva a misa y en el sermón se vale de su convincente mensaje para hablar de ellos a sus feligreses y conseguirles una familia para siempre.
Los perritos le ayudan en la celebración de la misa y son el mejor estímulo para que la iglesia se llene cada domingo.
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Su historia ha causado los aplausos de muchos y hasta los medios locales hablan de que una decena de perros callejeros ya han sido adoptados por este cura.
Les brinda un hogar temporal en su casa parroquial lejos de los peligros de las calles, pero no contento con eso, los lleva al veterinario para tratar sus enfermedades, los cuida, los mima…
Y una vez recuperados los lleva a lucirlos en misa para que se ganen el corazón de alguna familia.
Se asegura de que los perros sean el centro de atención colocándolos en un lugar estratégico para que todos puedan enamorarse de ellos
Él quiere ir por delante con el ejemplo para así tocar corazones y que otros se decidan a adoptar…
«Ayudé a varios perros con problemas de salud graves. Algunos de ellos los traje a la casa parroquial y luego fueron adoptados. Tres de ellos se quedaron conmigo. Hoy son mis hijos y duermen en mi cama», cuenta el santo sacerdote.
La cuenta de Instagram «Adopta, no compres» fue quien publicó su historia junto a 2 tiernas imágenes que han dado la vuelta al mundo.
En las fotos se puede ver a un perrito junto al sacerdote, que no puede disimilar su amor por el clérigo. Claramente, es la respuesta a todo el amor que recibe de este hombre de Dios.
Los perritos desfilan en la misa con el objetivo de conseguir un hogar para siempre.
No puede faltar la respuesta de los peludos que buscan recibir un poco de atención, haciendo una que otra travesura. Pero el sacerdote tiene toda la paciencia y el amor y siempre corresponderá con más amor si cabe.
«Siempre podrán entrar, dormir, comer, beber agua y encontrar refugio y protección, porque esta casa es de Dios y ellos son de Dios», concluye.
Esperamos que la hermosa iniciativa de este sacerdote de sus frutos y que su valioso y sincero ejemplo de amor y compasión hacia los callejeritos, sensibilice a todos para conseguir menos perritos sin techo y con nuevos humanos a los que llamar papá y mamá.