Los rescatistas de Dallas Dog RRR quedaron con el corazón roto cuando se encontraron con un pequeño y delgado cachorro que vivía en las calles de Texas. El perrito se encontraba en los huesos, a duras penas podía moverse, pero se aferraba a la vida.
Cuando lo tomaron bajo su cuidado, el perro parecía haber perdido todas las esperanzas, pero los rescatistas se prometieron que harían todo lo posible para darle una segunda oportunidad.
Lo llamaron Stuart y lo llevaron a un veterinario para determinar con certeza cuál era su condición. El peludito pesaba tan sólo 800 gramos y se encontraba tan débil que no podía levantar su cabecita.
Estaba desnutrido y tenía muchas pulgas y garrapatas que sólo empeoraban gravemente su estado de salud. Después de unas horas los exámenes de sangre llegaron revelando malas noticias: necesitaba con urgencia una serie de transfusiones de sangre.
Durante los primeros días, los veterinarios no sabían con certeza si Stuart lograría sobrevivir. En más de una ocasión parecía que no tenía conciencia, perdía el conocimiento constantemente y siempre dormía.
Su delicada condición no mejoraba, pero los rescatistas estaban dispuestos a hacer todo lo posible y a luchar para salvar la vida del pequeño.
Afortunadamente, comenzó a mostrar una recuperación milagrosa y lo asignaron a un hogar temporal donde le brindarían toda la atención y el amor que tanto necesitaba. Una mujer llamada Susan se conmovió al ver el delicado estado de salud del peludito y no dudó ofrecerse como madre temporal.
“Está comiendo bien y lentamente va subiendo su peso. ¡Ama a su familia adoptiva”, dijo un portavoz de Dallas Dog RRR para dar a conocer la mejoría del perrito.
La noticia fue una alegría para todos, y seguramente una gran victoria en el pequeño viaje de la corta vida de Stuart.
Durante todo este tiempo, los veterinarios y rescatistas habían asumido que el perro era de raza chihuahua. Después de todo era realmente mínimo. No podían imaginar que se trataba de un enorme pitbull.
Con el paso de los días, Stuart se recuperó y los sorprendió a todos al demostrar que era mucho más grande de lo que jamás imaginaron.
Meses después, el peludito ya estaba listo para comenzar a buscar su hogar definitivo.
El hermano de Susan decidió brindarle una visita y bastaron un par de minutos para que quedara completamente enamorado del perro. Stuart se subió al sofá donde descansaba Shane y recostó la cabeza en su pecho.
Shane supo que debía adoptar a Stuart, pues el destino los había unido para ser compañeros de vida.
Ahora, el pequeño cachorro que una vez se aferró a la vida y luchó por salir adelante, tenía un hogar para siempre.
Stuart creció muy rápido y de forma saludable, convirtiéndose en el pitbulll más hermoso y gentil del mundo.
Ahora lleva el nombre de Shiner y vive en Austin, donde admiten perros de esta raza, así que lo lleva a pasear a todas partes, y son inseparables.
Cualquiera que ve al enorme pitbull tan robusto, amoroso y grande no podría imaginar el lamentable estado en el que lo rescataron de las calles.
El trabajo que hicieron quienes lo ayudaron fue grandioso, su transformación es un verdadero milagro. De haber pasado un solo día más en la calle, es posible que el perro no hubiese logrado sobrevivir.
Ojalá todos los perritos de la calle pudiesen tener una recuperación tan bonita como la de este pitbull y que todos recibieran la misma ayuda. Comparte este rescate.