El duc de canillas rojas o simio disfrazado es un primate que se caracteriza por su peculiar colorido que semeja una camisa gris con unos pantalones negros, como un pequeño buda, y por sus canilllas rojizas, que lo hacen ver como si llevara calcetines. Una especie digna de admirar, pero que actualmente se encuentra en serio peligro de extinción debido a su cotizada carne y al tráfico de mascotas silvestres.
Por esta razón, en cuanto el equipo de Laos Wildlife Rescue Centre (LWRC) se enteró del caso de un bebé duc que se encontraba a punto de morir, debido a la negligencia de su «dueño», se abalanzaron a la carretera para ir a su rescate, a pesar de que se encontraba a más de 30 horas de distancia.
Cuando llegaron, se encontraron con el bebé mono dentro de una caja de cartón, abrazado a su peluchito y tan débil que ni siquiera podía moverse.
«Recibimos un mensaje de Facebook de parte de su ‘dueño’, en el cual nos comunicaba que estaba muy preocupado por la salud del animal. Estaba tan débil, que sufría episodios de desmayo«, explica Eve Mansfield, gerente de LWRC. «Por suerte, el dueño tuvo la delicadeza de contactarnos para que el pequeño pudiese recibir la atención médica que necesitaba».
Sin pensarlo dos veces, el equipo de de LWRC se lanzó a la carretera y emprendió un largo viaje para rescatar al bebé mono, a quien luego llamaron Rattles. Un acto de heroísmo que contribuye de manera importante a la preservación de los duc de canillas rojas.
En la actualidad, esta especie que antes ocupaba también parte de China y Camboya, solo puede ser encontrada en Laos y en Vietnam. No obstante, las autoridades de estos países no hacen mucho por protegerla, lo que convierte a este mono de tamaño pequeño en una presa fácil para los cazadores, quienes venden su carne y partes del cuerpo para la elaboración de medicamentos tradicionales, y para los traficantes de mascotas silvestres, quienes capturan a los bebés como Rattles.
No fue mucha la información que el equipo de LWRC pudo extraerle al dueño de Rattles. Sin embargo, sí les dijo que el pequeño se había caído de un árbol cuando le dispararon a su madre «con el fin de utilizar su carne como comida». Una vez que se aburrió del bebé mono, su primer dueño consideró la opción de venderlo también como carne de consumo, pero entonces su segundo dueño, el hombre que contactó a la organización, pagó 24 dólares por él y se lo llevó a casa.
Pero a pesar de las buenas intenciones de su segundo dueño, este hombre poco o nada sabía sobre el cuidado del bebé mono. Así, comenzó a alimentarlo con leche azucarada y muchas frutas, ignorando que los duc de canillas rojas necesitan mantener una dieta rica en fibras basada en el consumo de hojas, flores, cortezas, frutos inmaduros y brotes de plantas.
Fue de este modo como el estómago del bebé Rattles terminó hecho estragos. «Su alimentación resultó ser la razón principal por la que Rattles se encontraba en un estado tan crítico», explica Mansfield, «definitivamente, habría muerto si no lo hubiésemos rescatado».
Antes de emprender el viaje de vuelta, el equipo de LWRC le proporcionó medicamentos y fluidos a Rattles para hidratarlo, le dieron algo de comida (probablemente su primera comida nutritiva en mucho tiempo) y lo envolvieron en una mantita para mantenerlo caliente.
Hoy en día, el equipo de LWRC sigue luchando por salvar la vida de Rattles, quien aún se encuentra en una condición muy crítica. No obstante, sus rescatistas confían en que pronto se recuperará por completo, pudiendo así, algún día, volver a la selva.
«Lo único que nos queda por hacer es intentar reparar el daño que otros han causado como el resultado del tráfico de animales silvestres», exclama Mansfield, quien sueña con el esperado momento en el que puedan liberar a Rattles para que sea el animal silvestre y feliz que siempre debió ser.
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