Los animales son capaces de hacer cosas grandiosas, si se trata de ayudar a los seres humanos ellos siempre estará allí con su noble corazón peludo dispuesto a entregarnos todo su amor, consuelo, cariño y amistad. Esta historia es una demostración de eso, y te encantará conocerla.
Jenn Eckert estaba viviendo el momento más feliz de su vida, a casi dos meses de su boda, en junio del 2013, adoptó a través de la Sociedad Protectora de Animales de Wisconsin, Estados Unidos, a una conejita gigante flamenco, a quien llamó Betsy.
Nunca se imaginó que Betsy estaría allí para darle consuelo ante tanto dolor. Ese verano, una semana después de haberla adoptado, falleció la madre de Jenn. Quedó devastada, no hacía más que llorar durante días, dice que la única razón para levantarse en las mañana era porque sabía que no podía dejar de alimentar a su mascota.
Betsy subía al sofá para ponerse junto a ella, como si la conociera de toda la vida, a pesar de que tenía poco tiempo de haber llegado a casa como miembro de la familia. Increíblemente está amiga fue capaz de ayudarla en el duelo por la pérdida de su madre.
Jenn pronto se dio cuenta que Betsy también podría aliviar a otras personas que necesitarán apoyo emocional.
Se postuló como voluntaria en el programa de terapia animal de Pet Partners, una de las más grandes organizaciones sin fines de lucro registrada en Estados Unidos. Realizó el curso en línea de manejador de mascotas, no es para entrenamiento de animales, consiste en obtener información sobre las responsabilidades y consideraciones que se deben tener en cuenta para aprender a interactuar ante diversas situaciones, sin comprometer la seguridad de Betsy.
En Pet Partners, registran una amplia variedad de mascotas elegibles como animal de terapia, aceptan todas las razas de perros que cumplan con los estándares del programa, también se incluyen gatos, caballos, conejos, cobayas, pájaros, cerdos miniatura, llamas y alpacas domesticadas y ratas.
Son casi 14.000 voluntarios en los 50 estados comparten su tiempo y el amor de su animal a través de las intervenciones asistidas por animales.
Puedes conocer más acerca de su grandioso trabajo aquí. Es maravillosa su labor, los animales son los mejores instrumentos para reparar corazones rotos.
La terapia asistida con animales por un equipo supervisado ha demostrado beneficios para la salud emocional y física de las personas que lo reciben. Disminuye el estrés, la percepción del dolor, además de aumentar los comportamientos sociales positivos para los niños. Los estudios están demostrando que los conejos a diferencia de los perros producen efecto calmante, y los niños los perciben menos intimidantes.
Tanto Jenn como Betsy demostraron estar capacitadas para interactuar con otras personas y apoyarlas en cualquier instalación que puedan visitar. Su mascota obtuvo la certificación como animal de terapia en enero del 2013, pero esta historia no termina aquí, todavía hay algo más para contar.
Si hay algo importante es que el animal tiene que demostrar que se siente cómodo con lo que demanda ser un animal de terapia. Sabemos que hay animales de terapia que están capacitados para brindar un determinado apoyo, como el caso de un perro guía, que sería el acompañante y amigo constante de una persona ciega. Betsy está preparada para realizar interacciones en un plano menos personal.
En diciembre de ese mismo año había pensado en conseguir un compañero a Betsy, en la víspera de navidad Walter apareció en la página de la Sociedad Protectora de Animales de Wisconsin, se dirigió al refugio y se encontró con un conejo rescatado que estaba terriblemente asustado, temblando en una esquina, en su oreja tenia ampollas producto de quemaduras, solo tenía seis meses y en ese instante,Jenn supo que tenía que volver a casa con él.
Para su sorpresa, al llegar a casa revisando los papeles se dio cuenta que Walter había nacido el día exacto en el que su madre falleció. «Fue como si recibiera un golpe en el estómago mientras lo leía, recibí esa navidad en Walter un regalo muy especial».
Este chico asustadizo solo buscaba un rincón para esconderse y poco a poco fue aprendiendo a confiar de nuevo. Comenta Jenn que «fue muy emotivo cuando estaba convaleciente por una cirugía y Walter sabía que estaba enferma, acurrucándose en mi pecho. ¡Que conmovedor! Supe en ese instante que Walter también podría unirse como animal de terapia con Betsy».
¡Increíble! después de un tiempo, floreció en su vida como un conejo feliz, al llevarlo de paseo se acostumbró a encontrarse con diferentes personas, inclusive salta hacia los extraños empujando sus tobillos con su hocico para reclamar afecto y palmaditas en la cabeza, ¡Algo que disfruta!
El 5 de marzo de 2016, Walter ha pasado el examen de certificación, luego de una minuciosa evaluación, el personal de la organización expresa que un aspecto a evaluar en particular cuando se trata de conejos es su temperamento, “Tenemos que determinar si se sienten a gusto siendo manejado por numerosas personas” asegurándose que la mascota refleje que se siente tan cómoda como lo está su dueño. ¡Walter supero todas las expectativas!
Después que Jenn pasó su curso en línea, la pareja de conejos logró el buen visto en los exámenes médicos para constatar que tienen buen estado de salud y están libres de cualquier enfermedad que se pueda transmitir a las personas. Ahora tenía dos de los cuatro conejos, certificados como animales de terapia de Pet Partners, en el estado de Wisconsin.
Esta pareja hoy en día lo está haciendo muy bien, Betsyy Walter llevan su ternura y amor a muchos lugares como hogares de ancianos, universidades, hospital psiquiátrico y eventos de la comunidad con niños y adultos que tienen condiciones especiales como autismo,brindando apoyo emocional a personal que lo necesitan.
Si quieres conocer más de la hermosa historia de las aventuras de Betsy y Walter puedes seguirlos en su página de Facebook visitándola aquí .
The Dodo
Es una gran satisfacción poder disfrutar de la compañía de seres tan maravillosos que nos motivan y nos dan fuerzas para seguir adelante, y que ese amor se expande hacia otras personas en cada visita descubres una gran historia que llena el corazón.
La historia de Betsy y Walter es inspiradora, qué hermoso es ver cómo los animales se convierten en héroes.