En los cuerpos policiales hay perros que hacen una labor extraordinaria para garantizar el bienestar de los ciudadanos y lograr los objetivos de las operaciones de los agentes que velan por la seguridad y el cumplimiento de la ley.
Y en muchos casos, los perros del departamento policial se exponen a los peores riesgos, tal como le ocurrió a Fang.
Fang falleció a manos de un adolescente de 17 años que le disparó mientras intentaba huir de la policía en el año 2018.
El joven, identificado como Jhamal Paskel, ahora de 19 años, finalmente fue condenado a 25 años de prisión, le sentenciaron 20 años de cárcel por otros cargos y 5 por acabar con la vida del perro.
La semana pasada se dictó la sentencia en el Tribunal de Circuito del Condado de Duval en Jacksonville, Florida.
El juez del circuito Gilbert Feltel Jr. había establecido un punto intermedio entre la sentencia de prisión de 35 años requerida por el estado, y la solicitud de la defensa de 15 años de prisión con rehabilitación.
La audiencia tuvo una duración de 2 horas, Jhamal Paskel, se disculpó, dijo que estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de los errores que cometió cuando era menor.
“Me gustaría ofrecer mis disculpas y condolencias al oficial Herrera, no solamente por el asesinato de su compañero K-9 Fang, sino por quien era también su mejor amigo”.
“Me quiero disculpar con las víctimas por asustarlas esa noche. Y le debo la mayor disculpa a mi madre, por haberla decepcionado”, agregó Jhamal.
Matt Herrera, el cuidador del perro fallecido, también ofreció sus declaraciones durante la audiencia y dijo que soltó a su K-9 llamado Fang para evitar que Jhamal lograra escaparse, pero poco después lo escuchó gritar porque había recibido el impacto de un proyectil.
El policía recordó el momento en el que vio a Fang sin vida con varias heridas en su cabeza y en su pecho.
“Todavía es un miembro de mi familia, y su muerte no fue solo triste para mí o para el departamento. Mi esposa, mis hijos y mis padres también estaban devastados. Regresar y ver esa perrera vacía en el patio y saber que no hay ningún perro allí, y ver las manchas de sangre en el camión que tuve que limpiar después de que acabaran con su vida”, relató el policía.
Jhamal Paskel había secuestrado a dos mujeres en una gasolinera y amenazando a una con su arma la obligó a conducir el auto.
La policía rastró el automóvil por medio del sistema de seguridad instalado en el vehículo e hizo que el sistema apagara el motor. Cuando el joven se vio acorralado trató de huir caminando, pero la policía envió al perro para detenerlo y este lo atacó sin piedad.
El hombre se declaró culpable de acabar con la vida del perro y por la posesión de un arma además de la huida agravada, robo y secuestro.
Ahora, el joven tendrá 10 años de libertad condicional, incluida la finalización del programa de Operación Nueva Esperanza, y el magistrado alegó que la terminación anticipada podría estudiarse después de los primeros cinco años.
Melissa Nelson, la fiscal estatal, declaró: “Nos complace llevar este caso a una resolución”. Los policías lloran la pérdida del perro, quien murió injustamente mientras cumplía con su labor.
“Su asesinato sin sentido resalta los peligros que enfrentan las fuerzas del orden todos los días y generó cambios en la ley del estado. Este resultado finalmente logra justicia honrando la memoria de Fang”, dijo uno de los policías.
La condena ofrece consuelo ante la tragedia que sufrió este pobre animal a manos de un despiadado. Comparte esta noticia como un homenaje a este héroe de cuatro patas que siempre será recordado.