Un pobre perrito ha tenido que pagar en su propio cuerpecito la maldad y la ignominia de quienes lo encerraron en una caja, y por eso terminó encorvado. No suficiente con eso, ha pasado 7 años rogando un hogar, y todavía no lo consigue.
Cualquier rescatista espera que todas las criaturas a las cuales salvan de una vida tortuosa consigan una nueva oportunidad después del rescate. Sin embargo, el asunto no es tan sencillo y, tras años de decadencia y sufrimiento en las calles o al lado de un dueño abusador, muchos animalitos deben esperar bastante tiempo antes de conocer la verdadera felicidad.
¿Cuántos de ellos no demoran años por una familia?
Los refugios son un mejor lugar que las calles, al menos allí tienen comida y techo seguro pero no son lo ideal para ningún perrito. Por tal motivo en la perrera de Last Chance Animal Rescue (Inglaterra), están desconcertados con un caso que va para casi una década.
Se trata del incondicional perrito Monty, quien ruega ser adoptado tras 7 años a la espera de un hogar.
El perrito negro llegó al refugio en muy malas condiciones. Su columna encorvada y lesionada atestiguaban los malos tratos que había sufrido en el pasado.
Los veterinarios del refugio creen que lo mantuvieron encerrado en una caja pequeña por un largo periodo de tiempo, lo cual terminó por dañar su columna.
Pobre chico, ha sufrido demasiado.
Además de eso, también estaba con falta de peso y presentaba un serio problema de confianza. Al tratarse de un perrito abusado, Monty solía ponerse muy nervioso ante el contacto con extraños.
Conocer a gente nueva no era para nada agradable para él y, si alguien llegaba a alzarle la voz, el pobre perrito se hacía pipi del terror que esto le provocaba.
Monty es un Lurcher de 8 años.
Los voluntarios del refugio conocen muy bien cuáles son los temores de Monty, al igual que sus virtudes pues ha estado con ellos desde el 2014. Lo que no logran explicarse es cómo nadie lo ha adoptado.
“Monty ha estado con nosotros por casi siete años y rara vez preguntan por él. Tiene problemas graves para confiar, así que necesitaría a alguien que le muestre que no todos los humanos son malos”, dijo un vocero de Last Chance Animal Rescue.
Monty es un perrito muy dulce con las personas en las cuales confía, así que sus cuidadores intuyen que será una mascota fiel. No obstante, el can tiene problemas para relacionarse con otros animales.
La presencia de perros desconocidos lo altera tanto que indiscutiblemente Monty comenzará a ladrarles con solo verlos. En ese sentido, en el refugio prefieren que quienes decidan conocer a este pequeño sean familias que no tengan más mascotas en su hogar.
Monty es inseguro y celoso.
Aunque pueda sonar un caso algo problemático, la verdad es que Monty no es más que un niño mimado que merece encontrar una familia que lo ame.
“Desde que estuvo con nosotros, Monty se ha vuelto muy cariñoso con el personal y le encanta tener atención y abrazos en el sofá, pero por supuesto, esto ha llevado tiempo y paciencia para lograrlo y queremos ser francos sobre sus complejos. En realidad, Monty solo quiere un dueño cariñoso”, atestigua el vocero de Last Chance Animal Rescue.
Cualquier persona que esté interesada en ese ese dueño responsable para el bello Monty, solo debe ponerse en contacto con el refugio para comenzar con la evaluación y posterior proceso de adopción (en caso de cumplir con los requisitos).
Si tu o algún conocido quiere darle a este perrito el amor que merece llama al: 01732 865530 o al número 01797 366620, en Inglaterra, y preguntar por este amiguito. ¡El merece de una vez por todas ser feliz y conseguir la paz y la tranquilidad en un hogar lleno de amor!
Seamos los ángeles que Monty necesita, y hagamos posible que salga pronto de ese refugio y halle un verdadero hogar.