Ingenuos compradores en busca de una oferta han sido engañados múltiples veces de una forma horrible en un conocido mercado callejero.
Buscar un compañero peludo para adoptar amar y consentir puede ser bastante difícil para algunas personas.
Cuando se tienen restricciones de espacio y quieres invitar a un cachorro a formar parte de tu hogar, muchos optan por escoger razas pequeñas o inclusive miniaturas.
En estos casos para esa personas el tema del tamaño máximo que alcanzará el perro es fundamental para poder tomar una decisión adecuada, lo último que quieren es terminar con un perro más grande del que puedan manejar.
El escenario perfecto para que los estafadores abusen de la ingenuidad de compradores incautos que buscan una oferta es el mercado de La Salada.
Un poodle mini toy se consigue en el mercado en precios bastante elevados, especialmente si tienen pedigree.
Sin embargo, en este mercado ellos pueden conseguir ofertas muy atractivas en las que unos cuantos inescrupulosos comerciantes abusan de los consumidores.
Ellos cobran aún cientos de dólares, pero con una alta rebaja por unos animalitos que prometen son los deseados cachorros.
Poco se imaginan las víctimas de la estafa que al llevar a sus adorables amigos al veterinario se encontrarán con una desagradable sorpresa.
Llamadas “ratas brasileras” por los argentinos, los animales que venden en el mercado de La Salada son en realidad miembros de la familia de las comadrejas, nada más y nada menos que hurones.
No está muy claro si estos pobres animales son capturados de la vida salvaje desde su infancia o criados de forma ilegal en criaderos clandestinos.
Pero lo más grave es que les inyectan esteroides desde sus primeros días para que crezcan de forma exagerada y aparenten ser cachorros de perrito.
Los hurones reciben tratamientos en su pelaje para que se parezcan aún más a las razas que los desalmados vendedores intentan imitar.
Desde hacía tiempo se sospechaba que este tipo de estafa estuviera teniendo lugar en este bazar callejero, pero solo se le atribuía el estatus de ”mito urbano.”
Finalmente, uno de los clientes engañados decidió contar su historia. Se trataba de un hombre retirado de Catamarca, quien buscaba unos cachorros de poodle mini toy para que le hicieran compañía.
El hombre comenzó a sospechar del engaño al ver el extraño comportamiento del animal en su hogar y decidió llevarlo al veterinario para estar seguro.
Imaginen su sorpresa e indignación cuando el veterinario le confirmó que de hecho lo que había comprado eran un par de hurones en esteroides.
Una mujer al escuchar la historia también decidió compartir su experiencia de cómo la engañaron al creer que compraba un chihuahua cachorro para llevar a casa.
Así que ya lo sabes, no te dejes engañar por vendedores inescrupulosos que se aprovechan de animales silvestres para su propia ganancia sin importar las personas o animales que puedan salir lastimados. Es por eso que siempre el mejor camino será la adopción de animalitos sin hogar, ya que ellos necesitan mucho amor y tú se lo puedes dar.
Comparte esta indignante forma de estafa, las personas responsables deberían enfrentar la justicia.