Los incendios que han venido desgarrando el corazón de Australia y el mundo entero, han sido letales para la vida humana y animal del país. Es una tragedia que todos aborrecen, y no se concibe cómo alguien puede ser capaz de provocarla deliberadamente.
De eso acusan a veinticinco personas, que se presume iniciaron algunos incendios.
Debido a la difícil situación que impera en Australia con los incendios forestales, los entes de seguridad del estado están siempre atentos ante su proliferación en todo el país.
Gerente de delitos del Distrito de Policía de la Costa Sur, el inspector detective Scott Nelson, habló sobre William Banner, acusado de iniciar 7 incendios
Los cuerpos de seguridad de Nueva Gales de Sur, hicieron del conocimiento público que existe gran cantidad de personas que han sido imputadas por cometer acciones en contra de la ley, al facilitar la generación de incendios.
No cabe en ninguna mente que personas que han vivido en carne propia las terribles consecuencias de los incendios, no les importe el sufrimiento y todos los daños que se han causado, y faciliten que las llamas sigan arrasando.
Los detenidos llegan a más de doscientos, de los cuales unos veinticuatro pudieran estar acusados de propiciar incendios de manera intencionada, se ha aplicado acciones legales a 53 por no cumplir con la prohibición de incendios, y a 47 por arrojar cigarrillos y fósforos encendidos en la tierra.
Paradójicamente, entre los acusados de incendiar deliberadamente está Blake William Banner, un joven de diecinueve años quien es voluntario del servicio rural de bomberos, la policía lo detuvo por siete incendios en el Valle de Bega. Podría ser privado de su libertad hasta por 25 años.
Pareciera que no han querido entender que se trata de algo en extremo grave y peligroso, que ha ocasionado mucho daño. Le han arrancado un trozo de su corazón a nuestra madre tierra, que llora con silenciosas y discretas gotas de lluvia sobre las cenizas en que se convirtió su indomable Australia.
Casi 30 personas han perdido la vida, también más de un billón de animalitos, sin contar, el número de viviendas que se han quemado dejando a mucha gente sin hogar. Y por supuesto miles de árboles que se aferraron a la historia de más de 500 años hoy ya no están.
Los inclementes incendios han arrasado con 5 millones de hectáreas que han resultado quemadas con su cultura aborigen implícita en ellas, esa de la que nadie habla hoy pero que llora igual que todos la pérdida de sus tierras y la de sus ancestros. Aborígenes Koori, Murri, Noongar, Yamatji, Anangu y Palawah unen sus cantos para que el fuego cese y las almas de los animalitos encuentren la paz.
La Ley de Delitos de Nueva Gales del Sur, la Ley de incendios rurales y el Reglamento de incendios rurales, son claras. Por causar daños en las propiedades con la intención de generar peligro se puede incurrir en pena de hasta 25 años de privativa de libertad, y por iniciar incendios forestales, 21 años.
“Alrededor del 85% de todos los incendios forestales son causados por humanos, ya sea a propósito o accidentalmente”, expresó el Dr. Paul Read, codirector del Centro Nacional de Investigación e Incendios Premeditados.
Todavía hay personas desaparecidas, y las autoridades hacen todos los esfuerzos por encontrarlas, aunado a proteger a toda la población vulnerable.
“Esperamos que eso termine en buenas noticias (…) En esta etapa, no podemos dar cuenta de su seguridad”, señaló la primera ministra Gladys Berejiklian.
Australia nos deja como lección que, todas las personas debemos actuar con madurez y la debida conciencia para ayudar a prevenir desastres como el que estamos viviendo.
Comparte esta dramática historia con todos tus amigos y seres queridos, y rechacemos los actos vandálicos y la falta de conciencia por el medio ambiente que tanto daño han causado en Australia.