Una mujer decidió colocar camitas improvisadas por la fría calle, y al segundo decenas de gatitos agradecieron su gesto corriendo a acurrucarse calientitos.
Cuando se precipitan terribles tormentas, quienes resultan más afectados son los seres inocentes que sin hogar llevan una vida de penurias en las calles.
Tanto indigentes como animalitos callejeros buscan en ese momento un lugar seguro donde ocultarse pero no siempre es fácil de encontrar y el asunto sólo les recuerda lo hostil que puede ser la vida.
La pobreza no hace distinciones y una mujer decidió cambiar el mundo de los gatitos con unas camitas
Para calmar un poco este sufrimiento, un grupo de corazones generosos se unieron en una sencilla campaña que está cambiando la vida de muchos gatitos.
Se trata de unas casitas económicas y de fácil fabricación que dan abrigo y protección a los felinos en condición de calle. La idea surgió de una mujer en el suburbio de Yenifoça, provincia de Esmirna (Turquía).
«Ahora estamos abrigaditos».
Su nombre es Yeşim Yücel, quien a través de una publicación en Facebook detalló la idea que ha venido ejecutando con algunas personas de su comunidad.
“Corté las bocas de botellones de agua y las pegué en una tabla gruesa con silicona para que los gatitos no tengan frío. Coloqué mantas, colchones y construí una casa de gatos en nuestro jardín. He visto esa idea en Facebook. El clima está frío. Tal vez ustedes quieran hacerlo”, escribió Yeşim Yücel.
La publicación ya ha sido compartida miles de veces y está dando la vuelta al mundo
La publicación estuvo acompañada de algunas fotografías que ilustran lo sencillos pero confortables que pueden ser estos refugios para un gatito sin hogar.
En el caso de esta mujer, los botellones que utilizó son pequeños por lo cual limita la función a guarecer gatitos pero cualquiera que desee hacerlos más grandes podría brindarle cobijo también a los perritos.
De momento, la intención de Yeşim Yücel funcionó, pues su iniciativa fue bien recibida y algunos amigos y desconocidos se apuntaron a emprender esa pseudo campaña en pro de los mininos desprotegidos.
Diversos gatitos han empezado a beneficiarse con esta hermosa iniciativa.
Se sabe que algunos vecinos cercanos a la mujer se aventuraron a crear algunos refugios pero quizás sea una gran idea que quienes se animen, también compartan los resultados.
La mujer quedó realmente conmovida al ver cómo cuando empezaron a depositar las camitas improvisadas por las calles, los mininos al segundo corrieron felices a acurrucarse. Era como si supieran perfectamente que era para ellos y hasta ronronearon de la alegría al saber que esa noche ya no tendrían que soportar el frío suelo de la calle.
Leer esas experiencias o ver imágenes de más casitas para los gatitos podría animar a cualquier indeciso.
La idea deja en evidencia que cualquiera de nosotros puede hacer algo por salvar una vida. No se trata de llenarnos de excusas, como la falta de recursos, para hacer algo grande por los más vulnerables. Ya vemos que cuando se quiere de verdad, de algo muy simple, con amor, suceden cosas extraordinarias.
Son millones de animales desamparados viviendo en las calles alrededor del mundo pero jamás superarán el número de humanos que él habitamos, así que una pizca de compromiso y determinación podría dar un giro positivo al problema de los animalitos sin hogar.
Esta es una idea verdaderamente sencilla que puede transformar más de una vida, la iniciativa de esta mujer turca debería contagiar al mundo de la necesidad de ser solidarios y ponernos en el lugar de los más inocentes. ¡Una posada no se le niega a nadie!