Es común escuchar la expresión «nada dura para siempre», cuando algo bueno deja de suceder abruptamente; no obstante, esas populares palabras también aplican al sufrimiento y la tragedia. Aunque en ocasiones cuesta trabajo creerlo, todo en la vida es cambio constante, movimiento indetenible y, por más que lo intentemos, no es posible saber dónde estaremos parados el día de mañana.
Así como la pequeña Coco, una mestiza de chihuahua cuyo destino no parecía ser otro que el abandono y la muerte, pero que hoy vive una vida mucho más fabulosa que la tuya, mientras viaja en su jet privado, come en los restaurantes más prestigiosos del mundo y se toma selfies con el príncipe de Mónaco.
Todo comenzó cuando unos transeúntes se encontraron a Coco de cachorrita abandonada junto a un basurero en España. Lamentablemente, para ese momento nadie parecía estar muy interesado en la pobre perrita y, en lugar de atenderla, la mandaron a un matadero donde, sin saberlo, esperaba tranquilamente su eutanasia.
Por suerte, antes de que eso sucediera, una organización británica llamada The Company of Dogs, intervino por ella y lograron rescatarla de las fauces de ese deplorable lugar. Fue entonces cuando Justine Coom y Richard Harrison, una pareja de empresarios de St Hellier, Jersey, entraron en escena, cambiándole la vida por completo a esta afortunada perrita.
«La organización que dio con ella, The Compay of Dogs, tenía varios rescatistas en España. Ellos fueron a visitar estos infames mataderos e intentaron rescatar a todos los perros que tenían posibilidades de ser reubicados en hogares nuevos», comenta Justine.
Fue allí donde encontraron a Coco, luchando por obtener una miseria de comida entre otros 40 perros».
«Cuando vi una foto de Coco en Facebook, supe de inmediato que tenía que traerla a casa», continúa Justine. Hoy Coco, junto a su hermano Harry, lleva una vida repleta de mimos… ¡Como toda una superestrella!
Fue así como esta perrita, quien fue encontrada completamente sola y abandonada junto a su camita y su plato de comida, ahora disfruta de vacaciones de lujo que sus dueños organizan basándose en su comodidad y en la de Harry.
Justine también se deleita contando cómo Coco llegó a su casa siendo una perrita tímida y desnutrida, convirtiéndose luego en toda una temeraria que defiende a su hermano de otros perros más grandes.
Muy atrás quedaron los días de hambre, de pulgas y penurias… ¡Coco incluso fue retratada junto al príncipe Alberto de Mónaco, quien le pidió a Justine y a Richard permiso para tomarse una selfie con esta diva!
Maravillosa historia que da muestra que incluso las historias más tristes pueden tener un hermoso final ¡No dejes de compartirla!