La mayoría de nosotros sentimos fascinación por los animales, cualquiera sea su especie. Cebras, cerdos, vacas, elefantes, leones: todos son maravillosos, sin distinción. Pero, ¿hasta qué punto resulta divertido meter animales en jaulas? Con sus rejas, sus cuidadores, sus pequeños visitantes diciendo: “¡Mira, mamá, un elefante!”.
Durante la mayor parte de sus 35 años de vida en el zoológico Maragzar, de Islamabad, en Pakistán, Kaavan, un dulce y sufrido paquidermo debió permanecer sometido a las cadenas, confinado en un pequeño cubículo cerca de un estanque de agua.
Cabe destacar que este recinto ya había sido objeto de denuncias por tratos injustos hacia los animales. Fue gracias a los esfuerzos de la asociación proambientalista Four Paws International y la movilización de la cantante y actriz Cher, que se pudo salvar de una muerte segura al anteriormente calificado como el “elefante más solitario del mundo”.
Un anillo de hierro oxidado permanece en el hangar ocupado durante mucho tiempo por Kaavan
Ahora, después de la liberación del trompudo, la tan criticada estructura pakistaní ha tenido que cerrar sus puertas. Felizmente, hoy podemos sentirnos satisfechos al decir que todos los ejemplares se encuentran en completa libertad rumbo hacia su hábitat natural.
El caso de Kaavan había despertado la indignación de miles de personas a lo largo y ancho del orbe. Sin embargo, desde el pasado 16 de diciembre, se firmó el edicto por el cual el zoológico de Islamabad, fundado en 1978, debía cerrar definitivamente al público.
“Esta es una gran noticia para todos los amantes de los animales a nivel mundial. Nuetro empeño está comenzando a rendir sus frutos”, dijo el Dr. Amir Khalil de Four Paws International.
En estos momentos, se están haciendo todas las gestiones pertinentes para lograr trasladar a cada uno de los ejemplares hacia sus lugares de origen, en el extranjero, donde se espera que puedan hallar un recinto idóneo que los reciba con los brazos abiertos.
Hoy la destartalada jaula de los leones está vacía, cubierta con alambre oxidado y tela rasgada
Después de Kaavan, quien fue traslado hace escasamente tres semanas hacia Camboya siguieron Bubloo y Suzzee, dos osos del Himalaya quienes fueron los últimos en abandonar el zoológico. Finalmente, ambos peludos fueron redirigidos hacia Jordania gracias a la intervención de Amir Khalil y su equipo.
Bablo and Suzie are finally going to Jordan.
Export permits are being issued.#suizeandbablu #kavaan #islamabadzoo #happyness pic.twitter.com/5OlpzvddnB— Ammar Hunzai (@ammarkhans) October 22, 2020
“El zoológico de Islamabad está ahora completamente cerrado al público y los funcionarios”, dijo Saleem Shaikh, portavoz del Ministerio de Cambio Climático de Pakistán.
La precaria salud de Kaavan denotaba la gravedad del asunto. El estado deplorable en el que vivía este y otros animales había producido que, ya desde mayo de 2020 un juez ordenase la evacuación y el traslado de todos.
Desafortunadamente, dos leones y un avestruz fallecieron en el proceso, mientras un grupo de guardianes intentaban sacarlos del lugar, después de haber prendido fuego a un pajar.
Además, Kaavan también hubo de enfrentar la pérdida de su compañero Saheli, en 2012, quien murió por una pequeña infección en una pata que no fue tratada a tiempo y gangrenó. Resultado de vivir en condiciones de absoluta negligencia por parte del zoológico.
Por su parte, el zoológico de Islamabad se convertirá en un centro de conservación de la fauna silvestre, gracias a todos los que levantaron la voz.
Comparte esta historia con tus amigos. Pensemos en el sufrimiento de tantos animales por estar encerrados durante el resto de sus vidas, mientras nosotros vivimos una llena de esplendor y libertad.