Por lo general los deportistas son elogiados por sus competencias y victorias. Sin embargo, hace poco un ciclista italiano se ha llevado todo los méritos por su increíble bondad. Niccolo Bonifazio es un ciclista profesional con una amplia trayectoria sobre el deporte de dos ruedas.
Hace poco realizó un viaje de entrenamiento con unos amigos, cuando estaba pedaleando por una de las vías escuchó algo que llamó su atención. En la carretera no había casas ni lugareños cerca, así que percibió el sonido con mayor facilidad.
En un viaje de 20 Kilómetros el ciclista percató un sonido inclemente que pedía ayuda.
El ruido era tan agudo que el ciclista decidió detenerse y emprender la búsqueda para poder localizar aquel maullido desesperante a la distancia. No pasó mucho tiempo cuando Bonifazio encontró a un indefenso gatito que se aferraba a la vida dentro de una bolsa de basura.
Al parecer había sido abandonado por alguien sin sentimientos con la intención de que perdiera la vida lentamente.
Como un verdadero ángel el ciclista logró percibir el sonido y halló al gatito justo a tiempo. Cuando lo tomó entre sus manos pudo percibir que no estaba bien de salud. Sin dudarlo, lo sujetó de una mano y siguió pedaleando ya no practicar sino para poner a salvo al pequeño gato.
Cada segundo era importante para resguardar al gatito.
Afortunadamente, la vida del gatito se transformó para siempre, no solo había sido salvado de la muerte sino que encontró un hogar que le brindará amor y protección incondicional. Después de llevarlo al veterinario y realizarle los exámenes correspondientes, Bonifazio quedó tan conmocionado con el gatito que decidió llevárselo a casa.
Un entrenamiento se transformó en una misión de rescate.
Ahora el tierno gatico tiene un hogar, Bonifazio y su pareja han sumado a su familia un nuevo integrante. El pequeño gatico crece lentamente y está agradecido que alguien tan bondadoso haya escuchado sus maullidos de súplica. Para el ciclista fue emocionante poder cargarlo mientras pedaleaba, ahora sabe que este gatito transformó su vida para siempre.
“Es muy agradable y lleno de energía. Su nombre es Bisous; en francés significa ´beso´”.
El final de Bisous de no haber sido escuchado por el ciclista pudo haber sido muy trágico. Su llanto fue escuchado a tiempo y ahora disfruta de un presente que le hace olvidar el pasado tormentoso por el que tuvo que vivió. Gracias a Bonifazio que no actuó indiferente y acudió al llamado de ayuda del indefenso gatito.
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