Después de un largo día de trabajo, un conductor de autobús de Saramäki en Finlandia, estaba listo para regresar a casa pero fue sorprendido en la última parada por un pasajero poco usual.
El chófer Hicham Boujlal conducía por una calle poco transitada cuando vio entre la oscuridad de la noche a un indefenso peludo que parecía perdido.
Casi de forma automática, Hicham decidió detenerse a su lado y apenas abrió la puerta se vio obligado a darle la bienvenida a un pasajero final poco común.
El perrito subió de inmediato y el hombre no pudo negarse a transportarlo, aunque no tenía ni idea de qué haría con el perro.
En ese momento el autobús estaba vacío pues la jornada casi terminaba y el esponjoso perrito color café pudo elegir cualquier puesto para disfrutar del paseo. No obstante y como forma de agradecimiento se sentó muy cerca de Boujlal.
«Él entró, gentilmente, y se sentó cerca de mí. Me sorprendió», dijo Boujlal.
El conductor estaba tan sorprendido por la presencia del perro que decidió tomar algunas fotografías para el recuerdo.
No todos los días debía recoger a un pasajero tan peculiar y cariñoso. El perrito se veía algo cansado pero feliz y posó para las fotos, mientras se movía de un asiento a otro.
Quizás intentaba asegurarse de que todos fuesen igualmente cómodos.
Boujlal estaba emocionado pero también exhausto, después de un día de trabajo, así que ante la imposibilidad del perro por señalarle su destino, el hombre decidió eso por él.
El solidario hombre continuó el viaje junto al perro hasta la oficina de la estación de autobuses, donde terminaba su jornada. Desde ese lugar decidió llamar a un refugio de animales local para que pudieran recogerlo y hacerse cargo del animal.
Boujlal sospechaba que el peludo se había escapado y no estaba equivocado.
El animal pertenecía a una familia que vivía cerca de la parada en que Boujlal lo recogió. Al parecer este travieso pero educado can había escapado de su casa unas horas antes y seguro estuvo vagando sin poder regresar hasta que el chófer lo recogió.
«Es un perro muy inteligente y muy amigable. Estoy muy feliz de haber tenido esa oportunidad de ayudarlo», dijo Boujlal.
Esta historia tuvo un gran final, gracias a la astucia de este amigo que supo reconocer el buen corazón de Boujlal apenas éste le abrió la puerta del autobús. Pero, además, la cooperación y buenas decisiones del transportista hizo posible el regreso de su pasajero ejemplar a su verdadero destino, su hogar.
Esperamos el perro no siga escapando de casa, comparte su historia y enséñales a todos los finales que se alcanzan cuando hacemos lo correcto. ¡Si ves a un perro perdido en la calle, ayúdalo!