Hace sólo días China celebró su victoria sobre el coronavirus después de que el brote mortal acabara con la vida de al menos 3285 personas en el país. Al declarar como controlada la pandemia, el gobierno asiático levantó el bloqueo impuesto sobre el país y alentó a sus ciudadanos a retomar sus vidas con normalidad.
Sin embargo, ante los ojos del mundo resulta indignante que ese volver a sus vidas contemple las mismas prácticas que podrían haber ocasionado la propagación del coronavirus de Wuhan.
Este fin de semana, los conocidos mercados de carnes han abierto nuevamente sus puertas y con ellas ha iniciado el sacrificio de miles de animales silvestre.
Un periodista extranjero que vive publicó polémicas imágenes del Guilin, suroeste de China, donde cientos de clientes acudieron en masa para comprar las carnes más exóticas.
Pese a la tragedia vivida estos meses, las jaulas con gatos y perros listos para ser sacrificados a la voluntad del cliente se encuentran nuevamente en exhibición.
El mercado de Gulin se abarrotó con ofertas de carne fresca de perros y gatos, un plato tradicional para el invierno que se aproxima en el país. Mientras que otro en mercado como el de Dongguan, en el sur de China.
Los comerciantes vuelven a exhibir los remedios naturistas que contemplan entre sus ingredientes murciélagos, escorpiones, serpientes y otros animales silvestres.
Una creencia ampliamente concebida es que los murciélagos son los responsables iniciales de brote de Wuhan, sin embargo esto parece importar muy poco a los comensales chinos.
El periodista que publicó las imágenes del mercado de Dongguan explicó que tras las declaraciones de las autoridades y al no registrarse ningún caso de contagio la semana pasada, los mercados han vuelto abrir como cualquier otro día.
El gobierno chino da por sentado que están libres de la pandemia y el temor por nuevos casos de coronavirus no parece detenerlos.
“Todos aquí creen que el brote ha terminado y que ya no hay nada de qué preocuparse. Es sólo un problema extranjero ahora en lo que a ellos respecta”, dijo.
Al parecer, todo en los mercados ha vuelto a operar “de la misma manera que antes del coronavirus” pero ahora con una nueva restricción.
Las autoridades no han prohibido vender las carnes exóticas que se comercializaban antes del coronavirus, pero sí han impuesto a los cuerpos de seguridad la tarea de evitar que alguien tome fotografías del lugar; un hecho que no hubiese sucedido antes.
Estos mercados suelen ser bastante visitados, no sólo por locales sino por turistas, así que las fotografías jamás habían sido un problema.
A pesar de la preocupación surgida en meses pasados sobre este tipo de mercado, este comercio vuelve a tomar un cauce natural dentro de un país con una arraigada inclinación hacia el consumo de carnes exóticas y pocos comunes. Una vez más el suelo de estos mercados vuelve a mancharse con sangre de las criaturas más inocentes, algo que más de uno puede parecerle terriblemente injusto.
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