Uno de los grandes problemas que enfrentan los veterinarios en todo el mundo es la imposibilidad de contar con sangre para realizar transfusiones a gatos y perros enfermos o accidentados.
No es un problema menor, puesto que esto puede salvar la vida de nuestras mascotas en momentos críticos como en envenenamientos, accidentes o en tratamientos por enfermedades.
Y este problema aquejaba profundamente a dos profesionales de Chile, Felipe Paredes y Pamela Boroschek, quienes decidieron crear el primer banco de sangre para mascotas.
“En la clínica hay pacientes que se mueren esperando una transfusión”, contaron a los medios de su país cuando se conoció la iniciativa.
Tanto perros como gatos sanos pueden donar sangre.
«Cuando se necesita, los veterinarios en general le dicen al dueño que se consiga un donante, o como veterinario te mueves y tratas de conseguirlo tú. Pero la mayoría de las veces los donantes llegan tarde, o no llegan».
El nuevo Banco de Sangre Veterinario (BSV) tendrá su sede en Valdivia, en el sur de Chile, donde enviarán la sangre a otras clínicas que la soliciten a través de courier. Otra de las formas de distribución será a través de centros especializados en cada región, los que almacenarán sangre para las emergencias locales. «En algunas regiones tenemos más de una clínica postulante», explicó Felipe.
Los donantes se reclutarán primero en Valdivia y sus alrededores, pero luego se ampliarán al resto del país. «El beneficio más grande para los donantes es que si alguna vez necesitan un hemocomponente, se les facilita sin costo», explica Paredes.
En Chile no había bancos de sangre para mascotas hasta ahora.
Para que la mascota sea donante se necesita que tenga buen temperamento, vacunas y desparasitación al día. Por su parte, el BSV le hace un hemograma y examen clínico previo a cada extracción, para saber si está sana.
Boroschek y Paredes hicieron una pasantía en Madrid para saber más del tema, y desde fines de mes esperan que su emprendimiento funcione en todo Chile.
La idea es que esas clínicas tengan un stock constante de sangre. «Esta sangre la procesamos, la centrifugamos y la separamos en concentrados de eritrocitos (glóbulos rojos) y en plasma fresco».
Como con los humanos, una transfusión es fundamental para salvar la vida de los animales.
Atropellos y hemorragias severas son algunas de las causas más comunes en que se necesitan concentrados de eritrocitos.
«Cuando los perros se intoxican con veneno, el plasma es un tratamiento útil. También se usa cuando tienen problema de coagulación o cuando hay fractura en un hueso, ahí se aplica un poco de plasma que activa el factor de crecimiento y sella mejor las fracturas», explica Paredes.
Hasta ahora han recibido varios interesados. «La gente se siente identificada, quizás por el banco de sangre humano, que siempre pide más donantes, o quizás también porque lo han vivido: se les ha muerto un animal porque no pudieron conseguir un donante».
Es necesario que la gente tome conciencia y vaya con su mascota a donar sangre.
¿Hay un banco de sangre para mascotas en tu ciudad? ¿Qué piensas de esta idea?
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