A esta chihuahua llamada Bertha la dejaron en un refugio de animales cuando su dueño pasó a mejor vida. La chica de nueve años sufrió un severo desorden alimenticio que la llevó a aumentar desmesuradamente de peso, casi al doble de lo normal. El personal del refugio estaba consciente de que no podían brindarle allí la atención especial que necesitaba…
En vista del trato especial y atención personalizada que necesitaba esta chica, el refugio se puso en contacto con otra organización llamada Muttville Senior Dog Rescue. Ellos, apenas conocieron el caso, accedieron a cuidarla y se comprometieron a ayudar a la pequeña a recuperar su salud.
Tan pronto Bertha estuvo acomodada en el nuevo refugio, todos se pusieron manos a la obra para ayudarla a perder peso, aunque sabían que no sería una tarea fácil.
La pobre chica estaba tan gordita que se le dificultaba inclusive salir a pasear, necesitaba detenerse a pocos pasos en el camino para descansar y recuperar el aliento.
El refugio publicó en su cuenta de Instagram una imagen de Bertha contando un poco sobre su caso, esto se repitió varias veces. Todos estaban interesados en ayudarla a sanar y encontrarle una familia que la acompañe durante todo su proceso. De repente, un día, la persona indicada vio la publicación.
Su nombre es Allison Hackett, ella vio las publicaciones de Bertha y rápidamente se enamoró de la chica. Sintió empatía con su caso, ya que en anteriores oportunidades había ayudado a otros perritos a perder peso, hasta llegar al estado de salud ideal para ellos. Estaba en el destino de Bertha encontrarse con Allison…
«A penas la vi me pareció tan adorable… Tenía la carita más dulce de todas», dijo Allison.
«No estaba segura de querer adoptar a un perrito, pero una y otra vez me metía a ver sus fotos y no podía sacarla de mi cabeza. Sé lo gratificante que es ayudar a un perro a perder peso y después ver el impacto positivo que eso tiene en ellos«.
En agosto Allison adoptó oficialmente a Bertha y le dio la bienvenida en la familia. Ya la chica había perdido algo de peso, pero aún quedaba mucho trabajo por hacer. Enseguida le planificó una dieta balanceada y restringida. En enero, ya la chica estaba pesando 2,7 kilogramos, y el veterinario declaró oficialmente que estaba saludable.
«Antes, ni siquiera meneaba la cola, pero desde que bajó de peso, es una chica totalmente distinta. Menea la cola, salta, juega, se emociona…», contó Allison.
Su personalidad también cambió mucho. Cada día Bertha mejora un poco más, es feliz en su nuevo hogar con su hermano gatito llamado Birdie, con quien le encanta compartir.
Ahora, puede dar largos paseos sin tener que detenerse para recobrar el aliento, y todo esto es gracias a quienes la rescataron y se encargaron de conseguirle la familia ideal.
Además, encontraron a la persona indicada. «A pesar de que las cosas se pusieron muy difíciles para ella, siempre ha sido dulce con todo el que conoce. Es una pequeña muy especial».
Allison tiene toda la razón, Bertha es muy valiente y especial. Te invitamos a compartir su historia con todos tus amigos.