Aunque en la mayoría de los casos no estamos de acuerdo con lugares donde mantienen a los animales en cautiverio, hay ocasiones en las que por protección deben estar bajo el cuidado de los humanos. Los pandas gigantes se encuentran en peligro de extinción y muchos se encuentran en recintos para su preservación, en programas de cría bajo cautividad.
Chengda es una panda gigante que vive en cautiverio en la Base de Investigación y Crianza de Panda Gigante de Chengdu, en la provincia de Sichuan, al suroeste de China.
El periodo de ovulación de las osas panda tiene una duración de un año aproximadamente. Esto quiere decir que ovulan una vez al año; por lo general en primavera, así que enfocan todos los esfuerzos para que las hembras puedan quedar embarazadas en esa época del año. Hace unos meses, ella comenzó a mostrar signos de gravidez, lo que era una gran noticia para todos.
Unos días atrás se tuvo conocimiento de otra panda Huan Huan, en Francia, que dio a luz gemelos, de los cuales solo uno sobrevivió. Puedes recordar la noticia aquí.
Ahora solo tenían que esperar entre 95 y 160 días que demora el periodo de gestación.
El día del parto, ella estaba muy inquieta desde temprano, después de un rato rompió membranas y el personal estuvo atento, haciéndole seguimiento para que todo saliera bien. Y así fue, en un momento se sentó y comenzó el trabajo de parto.
Agarrada de los barrotes de su jaula adoptó la posición más cómoda para dar a luz.
Una de las trabajadoras del lugar le hacía compañía, y finalmente salió el primer cachorro como un disparo. Ella lo levantó del suelo y comenzó a lamerlo y abrazarlo, la sorpresa es que minutos después dio a luz a un segundo bebé, a quien también recibió con delicadeza y cariño.
Una madre innata definitivamente.
La mejor parte es que según la norma de Hong Kong, ambos nacieron en perfecto estado de salud, lo que alegró a todos los trabajadores del recinto. Además, Chengda nuestra madre orgullosa fue capaz de alimentarlos por igual sin problema alguno.
Los cachorros pesaron 128,2 y 160,2 gramos.
En este caso vemos que el programa de cría en cautividad fue exitoso, de hecho en China ha tenido muy buenos resultados, un censo realizado en 2015 demostró que han logrado aumentar la población en un diecisiete por ciento.
Esperamos que sigan ayudando a preservar la especie, y que cada vez aumenten las cifras de natalidad, hasta que dejen de ser una especie en extinción y todos puedan reproducirse en su hábitat natural. Además, deseamos que estos dos nuevos cachorros crezcan fuertes y sanos.
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