Muchos refugios deben lidiar con casos de criaturas abandonadas, así es en el Langley Animal Protection Society, donde normalmente se admiten gatos, perros y otros animales de tamaño similar, pero cuando recibieron una llamada sobre un cerdo de 363 kg que necesitaba su ayuda, sabían que no importaba lo grande que fuera, no podían rechazarlo.
El cerdito en cuestión era Theodore, que fue encontrado corriendo por las calles de Langley Columbia Británica, completamente solo y nadie tiene idea de dónde vino. Al principio lo vieron en una carretera muy transitada, por lo que sus rescatistas sabían que era importante ponerlo a salvo lo más rápido posible para evitar que un automóvil lo lastimara.
No fue una hazaña fácil conseguir que un cerdo de 363 kg cooperara, pero sus rescatistas se negaron a rendirse y Theodore se convirtió en un residente oficial del Langley Animal Protection Society.
«Su rescate fue razonablemente sencillo, aunque era muy reacio a subir al remolque de caballos», dijo Jayne Nelson, directora ejecutiva de Langley Animal Protection Society.
«Le tomó aproximadamente dos horas y una barra de granola con chispas de chocolate para convencerlo de que subiera al remolque», añadió Nelson.
Una vez que estuvo a salvo, los rescatistas de Theodore buscaron a sus dueños, pero desafortunadamente no los hallaron, así que comenzaron la difícil tarea de tratar de encontrar una nueva familia, dispuesta a enfrentarse a un ser tan enorme.
A pesar de su tamaño, Theodore es una de las criaturas más dulces que sólo quiere atención constante, ama a la gente que lo cuida y sería la mejor adición para la familia correcta.
«Él es especialmente aficionado a que le froten la barriga y rasquen la espalda, hace ruidos muy adorables de gruñidos de cerdo mientras los recibe», dijo Nelson. «Le encanta comer sus comidas favoritas, retozar alrededor de su recinto y acurrucarse en su cómoda cama de paja para tomar largas siestas».
Aun cuando su situación ha mejorado, lo ideal sería poder compartir con una familia que tenga mucho tiempo, espacio y energía para atenderlo. Como cualquier cerdito, él requiere de un entorno amplio para correr y debe ser alimentado dos o tres veces al día, idealmente, a sus rescatistas les encantaría encontrar un hogar con otro compañero porcino, para que Theodore tenga a alguien con quien pasar el rato y hacerle compañía.
Theodore puede ser un poco grande, pero con su tamaño viene una gran cantidad de amor que está dispuesto a dar a cualquiera que lo cuide. Los que lo conocen se han enamorado completamente de él y todos esperan que encuentre muy pronto la familia perfecta para siempre.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para ayudar a que aun más gente conozca a este tierno cerdito que siguen busca de un hogar definitivo en el que espera ser muy feliz!