Darle abrigo a un animalito será siempre una labor hermosa pero el asunto se vuelve más enternecedor cuando hablamos de un perrito especial como el de esta historia. Su nombre es Winnie y llegó a un refugio con solo 6 semanas de nacido, pero en este lugar encontró no solo protección sino un amigo incondicional.
Este perrito con discapacidad se ha hecho el compañero fiel de un lechón.
Winnie llegó a Charlotte’s Freedom Farm después de que su familia se diera cuenta de que no podrían conservarlo. El cachorro tenía problemas en sus patas delanteras y su esternón, los cuales no se habían desarrollado con normalidad.
Además de no poder caminar adecuadamente, el corazón y los pulmones del perrito tampoco estaban bien protegidos.
Winnie debe someterse a varias cirugías de reconstrucción torácica.
La condición del peludo es delicada y por ello necesita cuidados permanentes. Aunque vive en un santuario el perrito se expone al jugar con los demás canes del lugar, puesto que lo hacen de manera ruda y podrían lastimarlo.
“El principal problema en este momento es que tengo que limitar lo que él hace porque tiene un alto riesgo de que le suceda algo malo”, dijo Lauren Edwards de Charlotte’s Freedom Farm.
Dada su situación el pobre Winnie se convirtió en un perrito solitario pero esto cambió cuando una amiguita especial llegó al santuario.
Se trata de Wilma, una cerdita que fue rescatada en la carretera con algunas lesiones. La puerquita se encontraba desorientada, por lo cual intuyen que pudo haber saltado de un camión que transportaba ganado.
Esa teoría explicaría lo bulliciosa que ha resultado ser la pequeña Wilma.
Cuando la cerdita llegó al refugio de inmediato se sintió atraída por el perrito y tras perseguirlo, logró captar su atención.
«Se conocieron justo cuando ella llegó y estaban jugando en cuestión de minutos. Se ven y entran instantáneamente en modo de juego, es bastante lindo», dijo Edwards.
Edwards está más complacido con esta inesperada amistad, pues ya el perrito no se siente solo y cuenta con una relación mucho más segura. Aunque la cerdita tiene un personalidad bastante particular.
«Ella es dulce pero ¡hombre! también es atrevida. Si la recoges, grita tan fuerte que estoy segura de que pueden oírla al otro lado de la calle. Descubrió cómo saltar en el sofá y le encanta hacerlo», dijo Edwards.
Wilma es algo traviesa y le encanta estar al aire libre, algo que el perrito también disfruta pero dada su condición Winnie no puede seguirle siempre el ritmo y se sienta a descansar.
“También se quedan afuera, pero ella está muy concentrada en buscar insectos. Él simplemente se sienta, pasa el rato y la mira cuando están afuera”, dijo Edwards.
Esta inesperada relación le ha servido a los dos animalitos. Así como Wilma llegó para alegrar al perrito y animarlo ante las dificultades, Winnie también ha servido para que la cerdita se adapte al santuario.
«Definitivamente la ayudó a sentirse más cómoda al venir aquí. Ella todavía está en cuarentena de los otros cerdos (solo protocolo, por seguridad), por lo que conseguir un buen amigo la ayudó a no sentirse sola. Y se le ha pasado el tiempo jugando con su hermano perro… ¡Esto funciona para ambos!», dijo Edwards.
Por ahora falta un poco más de tiempo ante de que la cerdita sea trasladada hasta el recinto en el que están los de su especie y los cuidadores están considerando dejarla una larga temporada en casa junto al perrito.
En ocasiones no solo la medicina sirve para recuperar la salud y las energías y el amor que Wilma le ha inyectado a Winnie ha sido una gran solución para su condición.
El perrito está ahora feliz y con bastante ánimos por tener a alguien con quien compartir sus días. Claro que la cerdita crecerá y puede llegar a pesar más de 350kg, por lo que para Edwards también será curioso verlos crecer. Esperamos que esta amistad se siga nutriendo y el hermoso can logre superar todos sus problemas de salud.
Los verdaderos amigos son esos que están a tu lado en los momentos más difíciles y sin duda que Wilma ha sabido ser la compañera ideal para el tierno perrito.