Para un animal que ha pasado toda su vida en cautiverio, siendo utilizado como un simple medio de atracción y diversión, no hay momento más feliz que recuperar la libertad y comenzar una nueva vida.
Afortunadamente, esto es lo que vive ahora una elefantita de 58 años de edad llamada Bambi, quien pasó los últimos 6 años de su vida en un zoo de Ribeirão Preto, Brasil, como un preámbulo para llegar a su hogar ideal: un hermoso y gigante santuario.
Bambi es una majestuosa elefantita que pesa más de 1.500 kilogramos, es ciega del ojo izquierdo y tiene problemas en la mandíbula. Tuvo un triste pasado, estando gran parte de su vida recluida en el Circo Stankowich y, después, vivió en el zoológico de Leme, antes de ser llevado a Ribeirão Preto.
Desde hace dos años, en el 2018, el Santuario de Elefantes de Brasil inició un movimiento para tener la custodia total de Bambi y, así poderle dar el hogar que siempre ha merecido. A principios de septiembre de este año, el Santuario también lanzó una campaña de recaudación de fondos para permitir el traslado de Bambi.
Se recaudaron más de 25 mil dólares para trasladar y cuidar de Bambi
El dinero recaudado se utilizó para el transporte de la mamífero, además de su atención veterinaria y la compra de medicamentos y alimentos para los próximos seis meses.
Pero, lo más importante, es que el pasado 26 de septiembre finalmente Bambi llegó al Santuario, en Chapada dos Guimarães, viajando un total de dos días y recorriendo 1.270 kilómetros.
La nueva casa de Bambi tiene 28 hectáreas divididas entre un arroyo, lago, árboles y un espacio con barro ideal para que pueda jugar. Al llegar, la elefante arrojó tierra sobre su cuerpo y agua para refrescarse. También se alimentó de hojas de algunos árboles ubicados dentro del recinto.
“Hoy pasará su primera noche en su nuevo hogar, con su nueva familia. Estamos muy emocionados, porque, después de un largo proceso de trabajo, Bambi está a punto de comenzar la vida que siempre debió haber sido suya”, declaró el Santuario.
Durante el viaje se realizaron cinco paradas para que Bambi comiera y se evaluaran sus condiciones de salud. Según el Santuario, no hubo problemas en el camino y ahora se ha convertido en la séptima residente del lugar.
Por fin será muy feliz
Nos llena de felicidad saber que Bambi ya cuenta con un gran espacio en el cual poder divertirse junto a sus otros amigos paquidermos. Juntos lograrán olvidar y sanar sus amargas experiencias de vida y comenzar de nuevo, sin ninguna atadura que coarte su merecida libertad que injustamente les arrebataron.
No te vayas sin compartir esta grandiosa noticia con todos tus amigos y no dejes de alzar la voz para ayudar a los animales.