En muchas personas el espíritu altruista no tiene límites, no distinguen razas ni especies cuando se trata de ayudar. Y sin importar si se trata de un animal doméstico o salvaje, la rusa Anastasia Poznyak está siempre dispuesta a dedicar su tiempo para salvar a los desprotegidos, así que ella es ejemplo claro de un corazón dedicado al altruismo.
Anastasia es amante de los animales.
Anastasia se declara una amante empedernida de los gatos y desde muy joven ha velado por la protección y rescate de la especie pero no sólo son gatitos las criaturas a las que ha rescatado.
Esta joven vive con ocho perritos en su casa (seis huskies, un samoyedo y un Inuit del norte), pero el rescate más asombroso no ha sido precisamente de animales domésticos.
Algunos de los consentidos de Anastasia.
Hace algún tiempo que la rusa se enteró de la existencia de los criaderos de linces que existen en su país, en los cuales terminan sacrificando a las criaturas para utilizar sus pieles con fines comerciales.
Esta especie es una de las tantas amenazadas por la ambición del hombre.
Criar a un animal para luego robarle su piel y con ello su vida le sonó demasiado terrible a la chica que desde entonces se convirtió en una huelguista reconocida de esta práctica.
Pero rechazarla y luchar activamente a favor de su prohibición no era suficiente para ella así que también adoptó a uno de estos animalitos, salvándolo del terrible final que le esperaba en estos lugares.
La adopción de linces es legal en Rusia pero poco común.
La mujer tomó al felino desde que era bebé y decidió bautizarlo Geralt (inspirada en la serie The Witcher). Anastasia estaba preocupada por la convivencia, especialmente en relación a sus canes pero no podía dejar solo a la criatura.
Su preocupación se esfumó en poco tiempo.
Por fortuna no hay barrera que el amor no pueda vencer y los perritos de esta rusa supieron muy bien cómo adaptarse a la presencia del “gatito” que de un día para otro resultó tan grande como ellos.
Geralt supo ganarse el amor de todos sus hermanos caninos pero de forma especial empatizó con Banshee, la perra más antigua de Anastasia, quien se convirtió en su protectora.
Este par es inseparable.
De un momento a otro, Geralt se convirtió en el líder de la manada, no sólo los perros lo amaban sino que los propios caballos de Anastasia se llevan muy bien con él.
Texas, uno de los equinos adultos es también su mejor amigo y todos aprendieron a lidiar con el espíritu travieso y salvaje de este lince.
Este pequeñín tiene amor para todos.
Cuando Geralt cumplió un año, anastasia supo de otro lince en apuros y no dudó en adoptarlo.
La adaptación del nuevo integrante fue quizás más fácil que la del propio Geralt. Tanto los perritos como demás animales que están al cuidado de esta rusa sabían que la aventura iniciaba otra vez.
Así es cómo un nuevo hermano llegó a la familia.
Esta joven tiene sin duda un espíritu altruista pero además arriesgado pues no le importa la dificultad que pueda significar cada adopción, siempre que esta lleve a salvar la vida de cualquier criatura.
“Después de criar a dos linces, puedo decir con seguridad que lo más desafiante en este tipo de rescates es la salud; ya que en las granjas los animales son criados por su pelaje, su salud nunca ha sido una prioridad. Geralt se quebró un hueso y un dedo, y es uno de los más suertudos y sanos”, dijo Poznyak.
Los linces de Anastasia fueron criados como gatos domésticos, utilizan correas para ir a pasear y una caja de arena en la que hacen sus necesidades.
Para ella el asunto no es tan complicado como lo pintan y ahora ayuda a otras personas en la domesticación de felinos grandes, la chica espera ampliar su familia para el próximo año y promover la adopción de estas criaturas para que ninguna de ellas deba convertirse en el abrigo “bonito” de nadie.
Anastasia es un gran ejemplo de solidaridad y su lucha contra el mercado de pieles apenas comienza. Comparte en tus redes su historia y ayúdala a promover la adopción de otros animales indefensos.