El verano ha llegado y junto con él, las altas temperaturas comienzan a hacer estragos. El número de perros dejados a su suerte por humanos que no saben qué hacer con ellos aumenta considerablemente.
Algunos, con suerte serán encontrados y llevados a refugios, sin embargo, otros tendrán un trágico final. La mayoría han sufrido tratos indignos, crueles, incluso han sido explotados. Ellos también se merecen una segunda oportunidad y estar en un hogar donde se les valore, se les cuide y se les dé amor.
Marrón y Polenta son los excelsos anfitriones de una estación de servicio YPF ubicada en el barrio de Progreso, Argentina. Ellos son los encargados de darle una calurosa bienvenida a los clientes y asegurarse de que se vayan con una sonrisa. Un trabajo que realizan a las mil maravillas.
Y es que este par de criaturas tienen la capacidad de levantarle el ánimo al ser más triste, con tal de recibir un poco de afecto y cariño en contraprestación. No importa si hemos tenido un mal día, apenas se les ve mover sus colas como locos de felicidad todo el panorama cambia, se despeja.
La estación se encuentra situada sobre la Ruta Provincial N° 4 km 35,5
Lo cierto es que sus dueños parecen haber entendido a la perfección el rol tan importante que cumplimos los seres humanos en el cuidado y bienestar de otros seres más vulnerables, por lo que han decidido, no solo adoptarlos, sino también ofrecerles un buen trabajo.
Además, les han dado sus propios uniformes para que no pasen frío mientras realizan su hermosa y (sobre todo en estos días) tan necesaria labor.
“Marrón y Polenta, se han convertido rápidamente en parte de la familia de los trabajadores del recinto y la mayor atracción del lugar”, aseguró el dueño de la gasolinera.
Tras unos meses de esporádicas visitas por parte de los canes a la gasolinera, los empleados de la misma tomaron la decisión de sacarlos de las calles y sumarlos al staff que atiende a todo aquel que necesite detenerse para recargar combustible y tomar un respiro.
Marrón y Polenta tienen ahora trabajo en una gasolinera
Y es que este par de sensacionales peludos hacen de la visita de los clientes una experiencia mucho más agradable. Las fotografías de los adorables animales con sus uniformes conquistaron a miles de personas en varias redes sociales, agradecidas por el cuidado y el cariño que le están dando a estas nobles criaturas.
“Es por esto que duele aún más el ver que algunos perritos sufren abusos y abandono por parte de personas que no supieron aprovecharlos como los grandes compañeros de vida que son”, aseguró uno de los compañeros de Marrón y Polenta.
Gracias al buen corazón de estas personas, estos dos tiernos animalitos que no sabían sino de sufrimiento y soledad, hoy tienen comida, agua y un buen hogar asegurados, además de un trabajo muy específico y fundamental: subirle el ánimo a cualquier persona que se detenga en la estación de servicio, sin distinción.
Sus brillantes uniformes personalizados los engalanan e identifican como empleados fieles y listos para solucionar cualquier problema emocional que se les presente.
Comparte esta bella historia. Recuerda que existen muchos refugios que se quedan sin espacio para nuevos perros; tú también puedes ceder tu casa y vivir con estos inquilinos hasta que sean adoptados. Lo más seguro es que termines adoptando, sin que puedas decirles adiós.