La pandemia y los sucesos de este año han sido muy difíciles para todos. Sin embargo, muchos han aprovechado la ocasión para reflexionar y comprender lo terrible que es la vida para cientos de animales que viven en cautiverio.
“Ahora entiendo y siento en carne propia lo que es estar encerrado. Ellos no merecen vivir en circos y jaulas”, reflexionó un usuario en las redes.
Las medidas de aislamiento han tenido algunas consecuencias positivas no sólo para el medio ambiente sino también para cientos de animales que finalmente pueden descansar de la presencia de los humanos y la constante amenaza que significan para ellos.
Una prueba de esto son los hermosos leones del Parque Nacional Kruger en Sudáfrica. El guardabosque Richard Sowry se encontraba patrullando en las instalaciones del parque cuando se topó con algo que no había visto en sus largos años de experiencia.
Richard detuvo su vehículo ya que había un curioso impedimento en la vía. Los miembros de una manada de leones se encontraban durmiendo plácidamente en medio de la carretera.
“Todos los animales tienen mucho más miedo a las personas a pie. Es su instinto. Creo que si hubiera caminado nunca me habrían permitido acercarme tanto”, dijo Richard.
Normalmente, este Parque Nacional está lleno de turistas. Los animales reciben cuidados y viven en su hábitat natural pero de todas maneras se ven afectados por la constante visita de los humanos dentro de sus territorios.
“Simplemente están ocupando lugares que normalmente evitarían cuando hay turistas”, dijo Richard.
Dormir plácidamente en medio de la carretera es algo que estos hermosos felinos no harían normalmente ya que saben que ese es un lugar por donde transitan muchos automóviles.
“En circunstancias normales habría tráfico y eso los empujaría hacia el monte”, explicó Isaac Phaahla, un portavoz del parque.
Además, los leones suelen permanecer escondidos durante el día y se sienten más cómodos explorando de noche. Richard decidió tomar una fotografía para capturar este momento. Con mucho cuidado se acercó hasta quedar a 5 kilómetros de distancia de los leones dormidos. Al parecer, estaban disfrutando tanto de su siesta que ni siquiera sospecharon la cercanía del guardabosque.
“La gente debe recordar que este parque sigue siendo un área de vida salvaje. En ausencia de los humanos, la vida silvestre es más activa”, dijo Isaac.
El parque Kruger cerró sus puertas al público a partir del 25 de marzo para cumplir con las medidas de aislamiento y tratar de evitar la propagación del Covid-19. Esta imagen es un bonito recordatorio de la libertad y tranquilidad que merecen todos los seres vivos. Ningún animal merece pasar años encerrado en una jaula.
¿Qué opinas de la deliciosa siesta que tomaron estos leones? Une tu voz y comparte esta nota que ha ayudado a muchos a reflexionar.