La cantante de Canarias, Raquel del Rosario, que reside en California, junto a su marido y sus dos hijos, de 5 y 7 años, se encuentra reponiéndose de uno de los episodios más traumáticos de su vida.
Luchó con todas sus fuerzas, y sobreponiendo su instinto de madre ante todo, batalló cuerpo a cuerpo contra un gran puma salvaje que atacaba a su pequeño Mael, de apenas 5 años.
La cantante reveló cómo en segundos sacó toda la fuerza para responder al ataque del animal
Todo sucedió en el jardín de su propia vivienda. Su hijo menor le dijo que saldría un momento para «recoger fruta de un árbol». Mientras tanto, la madre lo vigilaba de lejos. Pero por esas cosas incomprensibles del destino, de pronto un puma apareció abalanzándose sobre Mael, causándole diversas heridas.
Raquel acudió a Instagram, donde acumula más de 200.000 seguidores, para abrir su corazón de madre, y relatar lo que vivió, consternando a todos:
«Siempre he dicho en tono de broma que algún día, los ángeles de la guarda de mis hijos dimitirían por estrés. De camino al hospital con Mael herido en brazos, me preguntaba si realmente el suyo lo había abandonado aquella mañana».
“’Unos milímetros más y no lo hubiese logrado’, fueron las palabras del doctor. Supe entonces que su ángel no se había ido, estuvo ahí, sosteniendo esos milímetros que separaban la vida de la muerte», agregó la madre realmente afligida.
«El grito que escuché segundos después aún sigue resonando en mi cabeza, al igual que la imagen que vi al girarme».
El puma lo hería ferozmente con sus zarpas y Raquel no dudó en intervenir de inmediato
«Inmediatamente dejé de percibir el mundo. Aún no logro entender cómo atravesé el jardín en milésimas de segundos ni de dónde saqué las fuerzas para golpear repetidamente al animal con mis puños hasta quitárselo de encima», reveló en Instagram.
Su marido, Pedro Castro, al igual que otro puma, aparecieron en la escena. Alertaron rápidamente a los vecinos, y llevaron al pequeño Mael al hospital de urgencia. Allí tuvo que ser intervenido quirúrgicamente a causa de las graves heridas, que se pueden evidenciar en la impactante imagen que compartió la cantante.
Afortunadamente, Mael se recuperó satisfactoriamente. Pero el pequeño tuvo unas palabras para su madre, que la tocaron en el fondo de su corazón:
«‘Mami, ya no voy a volver a por la fruta para que no se enfade el tigre’, me dijo después de dejarle un recipiente con agua en la puerta a modo de disculpa. Sin palabras».
La ex esposa de Fernando Alonso ha dicho que por ahora la familia está centrada en «transitar el dolor, sintiéndolo y aceptándolo, refugiándose una vez más en la naturaleza, impredecible como un animal salvaje o la erupción de un volcán, pero sanadora y mágica a la vez».
El suceso, como era lógico, ha conmocionado a la comunidad entera. Cuando regresaron con Mael a casa, no era raro que tuvieran a toda la prensa encima.
Las autoridades forestales y de protección de la vida salvaje, interrogaron a la cantante, e incluso tomaron pruebas de ADN en el lugar del ataque, sin imaginar el triste desenlace que ella misma relató en sus redes:
«Descubrieron que el puma seguía agazapado en mi jardín, a pesar de que habían pasado varias horas. Siguiendo el protocolo que dicta la ley de California, se vieron obligados a sacrificarlo».
Raquel lamentó que ese haya sido el final, especialmente por tratarse de un animal salvaje, y que seguramente actuó por un sentido de supervivencia. Pero luego sucedió algo más impactante aún.
Mael es un ferviente amante de los animales
La cantante relató al respecto:
«Desde la ventana observé cómo el otro puma que resultó ser su hermano regresaba al jardín acompañado de su madre. Ella se posicionó junto al cuerpo sin vida de su hijo e intercambiamos una mirada de dolor que jamás olvidaré (no se pueden imaginar los sueños que he tenido con ella). Salí de casa con el corazón roto y un sinfín de sentimientos encontrados por todo lo sucedido, pero en aquel momento solo podía pensar en proteger a mi hijo mayor, Leo, y estar cerca de Mael, el eterno e irremediable amante de los animales».
El hecho ha tocado la fibra más sensible de todos en las redes. Muchos empatizan con la cantante, porque toda madre habría hecho lo mismo, pero condenan severamente las leyes de protección animal. ¿Acaso la otra no era madre también? ¿Acaso no debió haber sufrido en sus entrañas que acabaran con la vida de su hijo puma?
Un mundo más coherente y de respeto hacia todos los animales, agotando todas las opciones antes de tener que cegar una vida, es posible.