Muchas veces algunas personas se pasan de tragos y acaban en un estado de inconsciencia que los lleva hacer cosas que después no recuerdan.
Esto fue lo que le pasó a Peyton Haag, oriundo de Minneapolis, Estados Unidos, quien pasó la noche de año nuevo entre música, bebidas y amigos.
Pero lo que nunca imaginó era que la despedida del año viejo bajo los efectos del alcohol le dejaría inesperadas consecuencias durante meses.
Fue necesario que pasaran unos meses para enterarse de la existencia del canguro en su vida.
“Semanalmente salían de mi cuenta bancaria 5 dólares durante meses y recién ahora me doy cuenta de que adopté un canguro llamado Poppy en año nuevo mientras estaba bajo los efectos del alcohol”, escribió Peyton.
Mientras otros compran comida u otras cosas innecesarias cuando están ebrios, Peyton decidió gastar su dinero en una causa noble y apadrinó a un canguro sin decirle a su «yo» sobrio lo que había hecho.
Para nadie es un secreto que cuando una persona bebé más de la cuenta, las inhibiciones y el autocontrol simplemente desaparecen. Pero el caso de Peyton llamó la atención de miles de personas debido a su extraña y noble acción mientras la bebida había hecho efecto en su cabeza.
Esa noche vieja fue la celebración perfecta, su memoria estaba difusa, su cuerpo un poco adolorido y su estómago indispuesto, pero nada que un día de recuperación no pudiera resolver.
La vida continuó sin mayores contratiempos, hasta que llegó marzo y Peyton notó que una institución de la que nunca había escuchado llevaba ya tres meses descontándole 5 dólares semanales de su cuenta bancaria.
“Esto fue durante el mismo tiempo que se me descontaba dinero para servicios que había contratado, así que no le di mucha importancia. Creí que era algún impuesto o algo”, dijo Peyton en su cuenta de Twitter.
Lo que desconocía era que ese descuento no correspondía a ninguna suscripción, sino que correspondía a la cuota de adopción de una tierna canguro bebé que había perdido su hogar en los incendios forestales y que Peyton había apadrinado mientras estaba borracho.
“Después de mucha búsqueda encontré un recibo en el correo electrónico que decía: ¡Gracias por su donación! Su patrocinio se destinará a todo tipo de animales necesitados, incluido este canguro herido llamado Poppy», añadió Peyton.
Pero lamentablemente la organización que había elegido mientras estaba ebrio no estaba enviando todas sus donaciones a los animales, y detuvo sus donaciones.
«Supongo que me inspiró adoptar un canguro esa noche, porque fue en la época de los incendios forestales de Australia y después de haber estudiado en Adelaida durante unos meses me siento muy apegado al país”, dijo Peyton.
Sin embargo, Peyton no tuvo el corazón para no hacer los donativos y en estado sobrio seleccionó otra fundación donde patrocinará dos canguros diferentes.
La divertida historia de Peyton recibió miles y miles de felicitaciones en las redes por la buena acción que hizo en estado de ebriedad, en lugar de gastarse el dinero en cualquier capricho caro, como lo hace la mayoría.
Es una divertida anécdota que, por fortuna tuvo un final feliz, pero que es bueno compartirla para recordar que una ingesta alta de alcohol nos puede llevar a hacer cosas que después no recordamos y que pueden ser graves.