Se sabe que, en algunos casos, ciertos animales acogen huérfanos de otra especie y los crían como propios.
La razón de este comportamiento es sorprendente: lo hacen en beneficio mutuo, no solo para que haya más comida en la mesa, sino porque es su instinto maternal quien les llama finalmente a transmitir sus genes de algún modo.
Una dulce canina que vivía en las calles de un humilde pueblito de Nigeria, África, fue encontrada por un transeúnte quien se impactó al verla.
Amamantaba con amor de madre a un pequeño minino en la misma situación de calle, quien fue rechazado por su madre al nacer.
Aquel hombre no pudo resistirse ante tan hermosa escena emanando el más puro amor instintivo, y decidió captar el momento en imágenes que posteriormente publicó en sus redes sociales. Las mismas, rápidamente tomaron por asalto el corazón de cientos de miles de usuarios de la Web.
El hermoso escenario dejó muy claro, una vez más, que cuando se tiene un hijo se tiene a todos los hijos del mundo, y que no existe en él algo más poderoso y genuino que el amor incondicional de una madre.
“El mundo animal es sumamente sorprendente. Con el pasar del tiempo nos hemos podido dar cuenta del poderoso instinto que siguen los animales y cómo son capaces de traspasar las barreras de las especies, generando cooperación mutua, algo que muchos creen solo es una cualidad de los humanos”, reflexionó uno de los internautas.
El video ha dado la vuelta al mundo, como un contundente testimonio de empatía, pero, además, como una lección de colaboración. Siempre se puede ayudar al necesitado, pese a nuestras diferencias naturales.
La gente que pasaba por el lugar, admirada ante tanta belleza y demostración de nobleza e instinto maternal, no daba crédito a lo que tenían frente a sus ojos. Todos en el lugar estaban maravillados con la naturalidad con que la perrita cuidaba y protegía a su pequeño hijito gatuno.
“Sin duda alguna hay comportamientos que, como mamíferos, compartimos y nos permiten sobrevivir siempre y cuando se den con naturalidad”, observó otra usuaria.
Sin embargo, la perrita tiene otros tres cachorros de su misma especie que alimentar, lo que no es seguro. Es lo que le sucedió a la madre gata original, pero esta acción de rechazo es previsible también en algunos casos.
Muchos temían por la seguridad del minino, después de que los cachorros, más grandes en tamaño que el gatito, se dieran cuenta que de la nada tenían un nuevo hermanito. Ese desenlace ya no fue captado por la cámara, pero queremos creer que la madre sabrá enseñarles que en esa familia hay alimento y amor para todos.
Lo importante es que el pequeño encontró una buena madre que le brinde el calor y el cariño necesarios para prosperar y crecer sano, fuerte y feliz.
Los animales son seres maravillosos y únicos que nos entregan grandes lecciones de vida. ¡No te vayas sin compartir el gesto ejemplar de esta madraza! ¡Cuánto por aprender!