Él es Nicolás. Para su dueño, Nicolás es el pequeño de la camada. Pesaba 500 gramos y de la nada su mamá decidió arrancarle una patita… el dueño subió esta foto a su página de Instagram
Obviamente el lazo de madre-hijo se había roto de una forma muy brutal, así que Nicolás fue separado de la camada y de su mamá a una muy temprana edad. Por suerte la familia que lo aceptó sabe cuidar muy bien a los animalitos huérfanos
Mira esto 🙂
Nicolás creció siendo dulce y tierno como su familia adoptiva de gatitos 😀
Aunque Nicolás no pudo tener un lazo con su mamá, ahora ha forjado un lazo que durará una vida entera
Su familia adoptiva le enseñó una de la virtudes más conocidas de los gatos, la pereza es lo mejor 😉
Nicolás vive muy feliz al lado de su amorosa familia. ¿Y qué si son diferentes? 🙂
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