Un pequeño cachorrito enfermo permanecía apesadumbrado y adolorido bajo un auto, hasta que unos héroes llegaron a tiempo para darle una segunda oportunidad y cambiar su vida.
Las necesidades de diversas criaturas saltan a la vista. Y, ¿Qué sería de la sociedad si nadie se interesara en ayudar a los más necesitados? Por fortuna, esa será una pregunta imposible de responder mientras existan personas que decidan salir de sus zonas de confort para ayudar a los demás. Tal como tantos amantes de los animales protagonistas de las historias que reseñamos en Zoorprendente.
El cachorrito marcó para siempre a una joven rescatista
Karla Solís rescató a un cachorrito de las calles de Tijuana, México, específicamente debajo de un automóvil temblando de frío y miedo, en un estado realmente lamentable. El peludito tenía serios problemas en su piel, además de un cuadro de desnutrición.
Sus ojos resignados a una vida de sufrimiento realmente conmovieron a la chica que de inmediato lo tomó entre sus brazos para ayudarle a sanar.
La mirada gacha demostraba su espíritu desalentado.
El animalito al cual decidió bautizar como Elliot debió pasar por unos meses de recuperación. No solo su piel estaba lesionada, sino su corazón y, por ese motivo, Karla debía empezar por ganarse su confianza.
Aunque el perro no era agresivo, parecía no tener ningún interés en vivir.
La cara de tristeza del peludo resultaba desgarradora, pero Karla supo cómo animarlo. Además de rehabilitarlo, la chica estrechó un gran vínculo con el mestizo que se convirtió en su compañero fiel.
Ella misma fue curando sus lesiones y le daba su medicamento, después de que el veterinario determinara que padecía Ehrlichia, una infección transmitida por garrapatas.
Elliot necesitó su tiempo para salir adelante.
Karla estuvo a su lado a lo largo de toda su recuperación pero llegado el momento supo que debía hallar para él la familia que ella no estaba en condiciones de darle.
Solís se puso en contacto con Becky Moder, una animalista que tramita adopciones de canes con familias en los Estados Unidos. Esta samaritana no solo ayudó a Karla con los trámites, sino que invirtió su propio dinero en la recuperación del perrito.
Todos estaban convencidos de que encontrarían para él la familia ideal.
El cabello de Elliot había comenzado a volver a crecer, primero en forma de pelusa, luego espeso y rojo. Cuando Elliot estuvo lo suficientemente sano como para comenzar a buscar su hogar para siempre, Moder le dio su viaje libre de México a San Diego, y Solís los despidió.
Cuando fue prudente, Elliot viajó a los Estados Unidos y fue recibido por The Barking Lot Rescue, una organización ubicada en El Cajón, Florida.
Fue en el refugio de TBLR que Kim Forest y su novia conocieron a Elliot, y esta amorosa pareja decidió abrirle las puertas de su hogar.
Para ese momento el perrito no era ni la sombra de lo que era en México.
Al final del día, Karla sintió a satisfacción por el cambió que había logrado alcanzar el tierno Elliot, a quien su nueva familia bautizó como Asher.
Si bien Karla o Becky hubiesen querido conservarlo consigo, es cierto que en ocasiones los rescatistas deben soltar para volver a ayudar.
Eso fue lo que las mujeres pensaron en el momento de entregar al peludo.
La experiencia con este cachorrito al que Karla salvó de más sufrimiento llevó a la joven a comprometerse aún más con la causa animal. Para la chica es difícil comprender cómo la gente vive de espalda a esta realidad pero ahora sabe que siempre puede hacer algo más para ayudar y está decidida a continuar haciéndolo.
En lo que respecta a Asher, ha salido lentamente de su caparazón, mostrando a sus madres un lado más juguetón, aunque todavía tranquilo, de su personalidad.
“Nos dimos cuenta de que a él realmente le gustan mis peluches. Empezó a llevarse mis ositos de peluche y ahora le encanta jugar con cualquier cosa que no tenga chirrido o sonido. Es su cosa favorita «.
Siempre que Asher sale de la casa, su apariencia llamativa y su pelaje rojo esponjoso llaman la atención.
“Dondequiera que vayamos, alguien quiere hablarnos de él. Es muy divertido tener ese tipo de atención para él, porque se lo merece ”, dijo Forrest. “Lo pasó tan mal durante los primeros cinco años de su vida, así que estamos muy felices por él. Hace que el corazón de mi pareja y el mío esté muy lleno».
«Honestamente, no podría imaginarme tener un perro mejor», concluyó Forrest.
Tú también puedes ser un ángel en la vida de cualquier animal, no les des la espalda. Contagiemos a todos con el espíritu de ayudar a los más vulnerables de la sociedad. ¡Juntos somos mejores!