Son muchos los peligros a los que quedan expuestos los perritos de la calle, especialmente si se trata de cachorros que no cuentan con la ayuda de su madre para protegerlos. Cuando los voluntarios de Animal Aid recibieron una llamada sobre una perrita que no se podía mover, no lograron encontrar una explicación para el origen de su herida. Lo único que estaba claro era que la vida de la pequeña estaba en riesgo y que era vital controlar el sangrado lo más pronto posible.
La perrita fue rescatada con apenas dos semanas de vida.
Connie fue encontrada cerca de un drenaje. Se trataba de una zona con muchísimas rocas así que muchos pensaron que pudo tratarse de una estrepitosa caída. Sin embargo, su estado era tan grave que no descartaban que un perro o incluso un humano fuese el responsable de casi acabar con la vida de la inocente perrita.
La perrita fue rescatada en la región de Udaipur, en la India.
Por suerte la ayuda llegó justo a tiempo y se encargaron de darle una nueva oportunidad. En cuanto la tomaron en sus brazos, la pobre perrita comenzó a proferir alaridos de dolor. Era claro que la situación era muy grave.
La mayor parte de las heridas estaban en el cuello de la perrita.
La llevaron rápidamente al veterinario, pero a pesar de que ya había recibido anestesia, la pequeña no paraba de llorar. Se trataba de un herida que no le permitía moverse y le producía demasiado dolor. Cuando yacía en el drenaje parecía dispuesta a rendirse; pero después de un par de días con el amor y la ayuda de los rescatistas comenzó a dar lo mejor de sí y a recuperarse cada día más.
Cuando la rescataron la perrita no podía ni siquiera mantenerse en pie.
Durante los primeros días, Connie necesitó de constantes vendajes en su cuello para poder mantener la herida limpia. Era una situación crítica, pero la perrita los sorprendió a todos con una recuperación mucho más rápida de lo que esperaban.
Los síntomas de infección desaparecieron a los pocos días de haber recibido tratamiento.
Meses después no paraba de dar besos a todos sus rescatistas y hasta fue capaz de caminar con completa normalidad. En cuanto la llevaron al santuario se hizo amiga de todos los otros perritos y ahora sólo es cuestión de conseguir un hogar definitivo para ella.
La historia de Connie ya ha sido vista por más de 600 mil personas de todo el mundo.
No hay duda de que el trabajo de esta organización ha logrado un enorme impacto en la vida de Connie y en la de cientos de perritos que tanto necesitan de una segunda oportunidad. Parecía que su vida había acabado, pero ahora podrá conocer el amor y tranquilidad de un hogar.
No dudes en compartir esta inspiradora historia para seguir apoyando estos valiosos rescates.