Muchos defensores de los derechos de los animales se han mostrado indignados ante la manera en que el gobierno de Estados Unidos persigue muchos caballos salvajes que tienen derecho a vivir libremente en su territorio.
Se estima que hay poco más de 70.000 caballos salvajes en todo Estados Unidos.
Algunos territorios al sur de Utah han sido zonas públicas en las que desde hace muchos años se les permite a miles de caballos vivir libremente. Sin embargo, la Oficina de Administración de Tierras que es la encargada de administrar las tierras públicas, ha comenzado a realizar unas peligrosas persecuciones para que los caballos se mantengan al borde y no puedan correr libremente en las tierras que llevan tantos años habitando.
En el pasado el gobierno de los Estados Unidos ha capturado a los caballos y los ha regalado a individuos que aparentemente vendían su carne.
Durante la primera semana de agosto realizaron rondas con helicópteros en donde buscan eliminar los caballos salvajes de estas zonas. La Oficina de Administración de Tierras asegura que los caballos que habitan en estas tierras públicas han alcanzado un número demasiado alto y que comienzan a ser una amenaza para el medio ambiente.
Se estima que el gobierno quiere eliminar al menos 250 caballos salvajes solo en esta zona.
Sin embargo, activistas como Grace Kuhn que siempre ha velado por los derechos de estos animales asegura que hay una razón mucho más vil tras la terrible persecución que sufren estos caballos.
La persecución del helicóptero es complementada con jinetes que lanzan sogas al cuello de los caballos salvajes.
Se trata de una estrategia que busca dar más espacio a los animales de ganado, a pesar de que estos también tienen su propio territorio designado por el gobierno:
“Los caballos salvajes comen pasto al igual que el ganado. Pero el ganado proporciona ganancias económicas, mientras que los caballos salvajes no”.
El martes pasado un integrante de la campaña Caballos Salvajes de América pudo atestiguar la terrible persecución que sufren estos caballos y quedó impactado al ver lo terriblemente asustados que quedaban los animales al ser cruelmente perseguidos con ruidosos helicópteros.
“Quedan aterrados. Separan a los sementales de las yeguas, y a las yeguas de sus cachorros. Se puede escuchar como gritan para encontrarse entre ellos”.
Después de presenciar la terrible persecusión, Kuhn fue informado de que cuatro caballos habían sido sacrificados por quedar heridos. A uno lo sacrificaron por quedar ciego, a otro por quedar con problemas respiratorios. Los otros los sacrificaron por tener heridas en las patas y en los hombros.
“Hacen que los caballos se estresen al límite. Los pobres se rompen el cuello al correr desesperados hacia las cercas tratando de escapar”.
Al separar a los sementales de su familia también están provocando terribles peleas entre los machos causando enfrentamientos y heridas entre ellos mismos. Estos helicópteros tienen permitido realizar estas rondas, pero no tienen ningún permiso de tocar a los caballos. Sin embargo Kuhn asegura que esto ya ha sucedido en varios ocasiones causando terribles heridas en los caballos.
Según la ley el Estado debe proteger al menos 17.000 caballos salvajes, pero no tiene ninguna responsabilidad con los ejemplares que superen ese número.
The Dodo
Después de realizar estas rondas muchos de ellos son enviados a otras instalaciones en donde son forzados a vivir en espacios muy pequeños.
Se hizo una petición para prohibir estas prácticas y ya lleva más de 100 mil firmas apoyándola.
Estos caballos merecen vivir en su ambiente natural sin ser perseguidos de manera tan cruel. Levantamos la voz en contra de estas horribles persecusiones que causan tanta angustia en los caballos.
Te invitamos a compartir esta noticia para exigir que estos miles de caballos dejen de recibir un trato tan inhumano. Y recuerda firmar la petición aquí.