¿Te imaginas a un caballo haciendo unos pasos de baile perfectamente coordinados con una canción rítmica de ranchera mexicana durante más de un minuto? Pues no tienes que hacer ningún esfuerzo para imaginártelo: solo tienes que seguir leyendo la divertida historia de un espectacular equino que reside en uno de los tantos Ranchos de Texas en los Estados Unidos.
YouTube nos tiene acostumbrados a vídeos de perros o gatos bailando durante algunos segundos al ritmo de la música, lo que no sólo despierta nuestras carcajadas, sino también nuestra ternura. Pero es muy raro que un caballo con la personalidad tan misteriosa que tienen se deje capturar haciendo un singular baile como si se tratara de todo un bailarín de la música regional mexicana.
Es un hecho que no necesitamos oír música desde fuera de nosotros para ponernos a bailar. A veces la música viene desde nuestro interior y nos hace mover los pies, las manos, la cabeza o directamente todo el cuerpo, sin que reparemos si estamos esperando el metro, detenidos en un semáforo, o dentro del salón de clases con algún profesor aburrido.
Pero al caballo de esta historia le pusieron de fondo una rítmica canción ranchera mexicana mientras se encontraba descansando en el establo, sintió la música en su cuerpo y comenzó a mover sus grandes patas, cuello y tronco, con una gran sincronización.
Siempre se dice que la música y el baile, son lenguajes universales y queda demostrado que trascienden los límites de nuestra especie con este hermoso caballo.
“Yo voy a cantar esta canción, voy a cantar esta canción para mi gente con una pasión tan fuerte. Ahora sigo cantando y sigo gozando, yo sigo cantando y sigo gozando”, dice la letra de la ranchera.
El caballo continuó bailando con singular alegría moviendo su cabeza de arriba abajo como demostrando que le gusta lo que escucha y también moviendo su cadera de un lado a otro, su pelaje brillante bailaba junto con él y, según su humano, hace lo mismo con todo tipo de música que ponen para él.
Pese a lo divertido del vídeo, muchos internautas señalaron que el animal no estaba bailando y que en realidad sus movimientos pueden deberse a que se encuentra enfermo o fatigado.
“Qué triste. Las personas creen que se trata de un baile, pero en realidad es una reacción producto de un encierro prolongado que prácticamente los vuelve locos”, mencionó un furioso internauta.
No obstante, el caballo no muestra ningún rastro de malos tratos y parece encontrarse en excelente condición física: tiene un buen tono muscular; y su piel y pelaje se observan brillantes y saludables. Tampoco se observa ningún rastro de que esté siendo obligado a bailar, por lo que bien puede tratarse de un momento feliz entre el hermoso equino y su humano.
Si te has sorprendido tanto como nosotros, o tienes una particular debilidad por los caballos, no dudes en compartir esta historia con tus amigos y familiares para que todos puedan disfrutar de esta ranchera mexicana, pero esta vez en 4 patas.