En las profundidades de la bahía de Tateyama, en Japón, se encuentra un santuario torii, el cual es un monumento sagrado para la religión sintoísta. Pero además de ser un lugar de importancia espiritual, el peculiar sitio bajo el agua es el anfitrión de un acontecimiento fuera de serie – una amistad extraordinaria e increíble entre un ser humano y un pez.
Esta es la amistad más original en todo Japón y probablemente en todo el mundo. 😉
Durante más de dos décadas, un buzo local llamado Hiroyuki Arakawa ha sido el encargado de la supervisión de dicho santuario y el guía de los turistas que deseen visitarla. Desde entonces, se ha mantenido bien informado sobre los animales marinos que viven en la zona, entre ellos un Semicossyphus Reticulatus muy amigable llamado Yoriko.
Yoriko es sumamente amigable y se ha dejado fotografiar varias veces, sin duda es un animal muy sociable.
En el transcurso de los últimos 25 años los dos han forjado un lazo increíble y una singular amistad basada en la confianza y el respeto.
Tal vez el testimonio más dulce de su amistad se puede ver en la costumbre que Arakawa tiene al saludar con un beso a Yoriko.
Aunque los peces no son considerados comúnmente como criaturas cariñosas o emotivas, dicha idea es una noción basada en creencias erróneas, ya que la realidad es muy diferente.
Un estudio reciente encontró que los peces son más inteligentes y más sociables de lo que se cree y para muestra de ello basta un botón, sólo hay que mirar la relación de un cuarto de siglo entre Arakawa y Yoriko. ¡Una amistad sin duda única!
¡Comparte esta dulce historia y recuerda demostrar tu cariño y respeto a todas las especies que cohabitan con nosotros en el planeta Tierra!