Aunque muchas personas abandonen a sus perritos en las calles, no todos ellos terminan desamparados. Pero algunos casos simplemente son desgarradores, pues aunque cualquier perrito que viva en la calle lleva una vida difícil, algunos tienen más problemas que sólo conseguir alimento y refugio.
Por suerte, algunos de los animalitos más necesitados se consiguen en su camino a personas con una voluntad tan fuerte por ayudarlos, como la voluntad de ellos por vivir, como una mascota común al lado de una familia amorosa.
Así se veía el perrito tras ser operado de su patita.
Esta es la historia de Buggy, un bulldog que nació con múltiples deformidades que le hacían la vida muy difícil, pero no sólo la vida decidió ponerle retos adicionales al perrito, pues su antigua familia decidió que la mejor forma de lidiar con sus necesidades era dejarlo abandonado en un cauce seco.
Por suerte, alguien consiguió a Buggy, descansando en su confinamiento y lo llevó a NorCal Bully Breed Recue, donde una mujer llamada Leslie se encargó de cuidarlo mientras le conseguían una familia permanente.
Desde entonces Buggy ha crecido mucho.
Leslie cuenta que el caso del perrito fue uno de los más difíciles que ha podido presenciar, su cuerpo era muy pequeño, sólo tenía una fosa nasal y tenía una patita deformada. La dificultad con la que respiraba, hacía que hasta una actividad tan necesaria como dormir fuera una odisea para el animalito.
Leslie cuenta que honestamente, ella no esperaba que el perrito lograra sobrevivir a todas las operaciones y tratamientos que debían practicarle. Pero había algo en él, sus ojos mostraban que era un sobreviviente y de hecho si no fuera porque él tiene una voluntad de acero, no habría soportado tanto.
Gracias a su nueva dueña, Buggy ha tenido la vida que siempre quiso.
Tras ser tratado, pudo dormir tranquilamente y el amanecer trajo consigo el despertar del verdadero Buggy, un perrito imparable y lleno de ganas de vivir su vida al máximo.
Apenas todo comenzaría a mejorar, pues pronto el perrito conoció a su madre permanente, una mujer llamada Melissa, quien siempre estuvo pendiente del progreso del perrito y quien siempre puso a disposición su ayuda para darle asilo permanente al perrito.
Cualquier hora es la hora de jugar para este travieso perrito:
Después de Melissa, nadie más se ofreció a adoptar al perrito, así que Leslie hizo un viaje de tres días, por carretera, para llevar a Buggy con su nueva mamá. Por supuesto, tras haber sobrevivido todas las adversidades, su despedida fue muy emotiva, pero ella sabía que él estaría seguro en su nuevo hogar, por el resto de su vida.
Después de jugar tanto, él necesitaba un descanso
Buggy ha crecido para convertirse en un perrito con una personalidad muy fuerte, no hay nada que lo detenga y adora jugar con los otros perritos que viven con él. Además, tiene una atracción especial por morder el cabello de su nueva mamá.
Melissa cuenta que desde que llegó a casa, ha dormido en un envase plástico que reclamó para él, pero no duerme como cualquier perrito, él muerde una de las orillas del envase hasta que cae rendido con la boca abierta.
Durmiendo al stilo de Buggy:
Buggy ha sorteado todos los desafíos que se han presentado en su vida y su nueva dueña no está dispuesta a detenerlo; después de todo, para ella no hay nada imposible porque ella cree firmemente en él.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que se inspiren con la increíble determinación de Buggy y todas las personas que estuvieron dispuestas a ayudarlo sobre todas las adversidades!