Un grupo de bomberos quedó con el corazón partido en dos, después de que tuvieran que decirle adiós al encantador perrito que los ayudó por más de una década dentro de la estación. Al equipo de Zoorprendente, esta historia nos enterneció tanto que te la contamos con lujo de detalles, a continuación.
Para nadie es un secreto que los canes son criaturas bastante dóciles y fieles que aprenden con facilidad diferentes comandos y debido a su inteligencia y olfato se destacan en diversas profesiones de la mano de los humanos como los bomberos.
Este perrito se ganó sus alitas dejando a sus compañeros bomberos desconsolados.
El querido peludo vivía en Iquique, Chile, y hacía parte del Departamento de Bomberos de la ciudad. Junto a sus compañeros llevaban más de 10 años al servicio de su comunidad, arriesgando su integridad por el cuidado de otros.
El perrito en cuestión fue bautizado como Negro debido al color de su pelaje.
El peludito llegó al Departamento de Bomberos y se ganó de inmediato a todos en el lugar, fue idea de los bomberos adoptarlo y hacerlo parte del equipo.
El trabajo del peludo consistía en vigilar la estación mientras los hombres se encargaban de atender las llamadas y hacerles frente al peligro, pero esto no quiere decir que el la labor de Negro no tuviera importancia… ¡Al contrario!
Negro se convirtió en una pieza esencial en el Departamento.
El perrito hacía de perro asistencia que ayudaba a los bomberos a lidiar con el estrés del trabajo y las difíciles emergencias que debían atender.
Durante esos días complicados, Negro estaba al lado de los uniformados moviendo su colita, saltando y sacándoles uno que otros cariñitos. Todos en el lugar eran bastante atentos con el can.
Por esa razón su partida no pasó desapercibida.
Negro se enfrentó a una dura temporada en la que su salud se vio afectada y a sus 14 años terminó por colgarse las alas y despedirse de este mundo, así lo informó la cuadrilla en una publicación en sus redes sociales:
“Hoy en la mañana se tomó una difícil decisión como Compañía, a las 18:20 por lo delicado de salud su salud, esta tarde ha dejado esta tierra uno de nuestras filas, nuestro fiel Bombero de cuatro patas, muchas gracias por todos los años que estuviste con nosotros, te recordaremos por siempre Negro”, escribieron.
Este perrito no solo formó parte del Departamento de Bomberos, sino que también participó en ceremonias oficiales, en academias de compañía y de la brigada juvenil Crispín Reyes, en la que se formaron cadetes, y por eso su partida conmovió a más uniformados que los bomberos de la ciudad.
Sus colegas cargaron la urna durante la ceremonia.
Debido al respeto y cariño que le tenían al perrito, en el Departamento decidieron rendirle un homenaje más allá que las simples palabras. Junto a un grupo de compañeros fue velado el amado Negro.
Algunos vecinos del lugar también se acercaron a presenciar la ceremonia.
Con una urna de su medida y una formación fue despedido el perrito que tantos corazones robó entre los bomberos de Iquique.
“Negro era uno más de nosotros, uno más de esta familia. Se respetaba, se amaba y se quería como a un bombero más de nuestra compañía, esto fue bastante triste, hay mucha pena y lo despedimos en una ceremonia muy emotiva porque estábamos despidiendo a uno más de los nuestros, que además fue parte importante de esta compañía”, explicó el capitán Jorge Tapia.
El perrito fue congraciado con el reconocimiento de Bombero Honorario, debido a la gran labor que cumplió durante esos 10 años de cuidados y compañía en el Departamento.
“En una reunión extraordinaria de oficiales se le otorgó la calidad de Bombero Honorario, que es la máxima distinción que reciben nuestros bomberos cuando cumplen 14 años en nuestra compañía. Justamente él nos acompañó durante 14 años, él llegó cachorro a nuestro primer cuartel. Después cuando nos mudamos a nuestro actual cuartel en calle Playa El Águila, Negro se subió al carro y se vino con nosotros”, recordó el capitán.
Tanto Tapia como los demás bomberos se sintieron afortunados por haber contado con una criatura como este perrito en los últimos años, pero lamentan enormemente su partida. Nos agrada saber que estos uniformados hicieron lo propio y le dieron una honorable sepultura al compañero fiel que les dedicó sus últimos años.
Los perritos nos acompañan donde quiera que vayamos y desde el cielo canino seguro el Negro vela por sus colegas. Bendiciones a estos hombres por su grandes corazones.