Se puede y se debe vivir con los compañeros de la vida, con los animales, sin tener que hacerlos desaparecer de ella. Por desgracia, pareciera que quienes nos interesamos por ellos somos una minoría minúscula en el planeta. ¿Cómo puede ser que la gran mayoría no piense en los otros habitantes de su hogar, la Tierra?
Tras vivir hacinados en un sitio triste y despreciable, bajo el cuidado de alguien que no se preocupaba por ellos, un grupo de 46 cachorros caninos podrían haber sufrido mucho más que las quemaduras superficiales que recibieron cuando el lugar fue presa de las llamas.
El hecho ocurrió en Mackinac County, Michigan, Estados Unidos. Se trata de una historia que nos habla, tanto de una persona negligente con los que más lo requieren, como de un joven audaz y valiente cuya heroicidad quedó más que demostrada.
El joven bombero, identificado como Justin Bazinau, se encontraba en su día de descanso. De pronto, notó que la casa de su vecina se estaba incendiando, así que, sin pensarlo dos veces, tomó su abrigo y salió al rescate.
Al llegar a la residencia pudo ver claramente que no se trataba tan solo de una persona en peligro. Junto a ella se encontraba la enorme camada de peludos, amarrados o encerrados dentro de sus perreras, ladrando desesperados por ayuda.
“Lo primero que hice fue sacar a la dueña. Ella se resistió un poco. La llevé hacia la parte trasera de mi camioneta y me dediqué a sacar a los perros del lugar, antes de que se lo llevaran las llamas. Mientras esperaba a que llegaran refuerzos, fui descubriendo a otros perros, atados a sus casitas en la parte trasera del terreno”, dijo Justin.
Con la ayuda final de sus colegas bomberos, todos los animales lograron ser sacados vivos del voraz incendio. Sin embargo, también todos recibieron una que otra herida ocasionada por el fuego. Por suerte, ninguna letal.
No obstante, el mayor problema al que los veterinarios debieron enfrentarse fue poder hidratarlos y alimentarlos adecuadamente, ya que se encontraban en una situación de descuido francamente deplorable.
Finalmente, llegaron a su nuevo hogar en el The Mackinac County Animal Shelter, donde comenzaron a recibir los cuidados necesarios y a progresar paulatinamente. Como hemos podido observar, ante una situación apremiante resulta increíble lo que una persona de bien, con un gran corazón como el de Justin es capaz de hacer por los demás.
“No habían recibido el mejor de los cuidados. Eso es todo lo que puedo decir. Llegaron muy delgados y con problemas de salud”, aseguró la encargada del refugio.
Si bien se trata de una historia heroica, también es una que nos habla de la indolencia de muchas personas, que ponen en peligro la vida de otros seres más vulnerables sin ninguna excusa para hacerlo.
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