Este pequeño bebé pingüino azul se encontraba completamente solo en una playa de Nueva Zelanda. Por supuesto, la ternura del pequeñín rápidamente captó la atención de las personas que pasaban a su lado. Por desgracia, la cría no tenía forma alguna de comunicarles que respetaran su espacio, pero por suerte, alguien muy considerado le hizo un adorable aviso para ayudarlo.
Una de las primeras personas en notar a la diminuta ave marina fue un hombre llamado Jeff Mein Smith, quien daba un paseo en su bicicleta por un tramo de la costa en la cuidad de Christchurch, donde se encontraba el animalito.
El pequeñín era tan tierno que captaba toda la atención de quien estuviera cerca
De un momento a otro, aquel hombre se dio cuenta que él no era el único en ver al tierno pingüino, una multitud entera ya estaba rodeando al pobre animal, lo peor era que no sólo las personas lo estaban incomodando, sino los perros a los que estaban paseando.
Momentos más tarde, cuando Smith volvió a pasarse por el sitio, descubrió que una pareja se había encargado de poner un aviso hecho de cartón justo al lado de la pequeña ave, esto con la idea de persuadir a las personas a no acercarse mucho o dejar a sus mascotas hacerlo.
Este fue el aviso que pusieron a su lado
En el aviso se podía leer:
«Hola, estoy esperando que vuelva mi mami. El departamento de conservación de Nueva Zelanda sabe que estoy aquí. Por favor, no me molesten y alejen a sus perros. Gracias. Billy, el bebé pingüino azul».
Convenientemente, el pingüino se paraba al lado del anuncio, como para dejarle claro a las personas que el aviso hablaba de él, lo que lo hacía incluso más tierno de presenciar.
El pequeñín se acomodaba justo al lado del aviso como si supiera que debía hacerlo
A pesar de que era posible que Billy estuviera esperando que su mamá regresara, los oficiales encargados de vida salvaje determinaron que el ave tenía aproximadamente 2 meses de edad, lo que lo hacía muy viejo como para seguir siendo dependiente de su madre.
La pequeña ave estaba muy por debajo de su peso adecuado
Al día siguiente los oficiales llegaron al rescate de la pequeña ave y al parecer eso era exactamente lo que aquel pequeñín necesitaba, pues al ingresarlo al centro Christchurch Penguin Rehabilitation, sus cuidadores lo examinaron y encontraron que su peso era de tan solo 550 gramos, estando entonces 350 gramos por debajo del ideal.
Por suerte, ya el pequeñín está en buenas manos y es cuestión de tiempo para que su salud mejore y nuevamente sea liberado en su hábitat natural donde pertenece.
Dentro de poco tendrá otra vez la fuerza suficiente como para volver a su hogar
Los pingüinos azules son los más pequeños existentes en la tierra y una de las especies protegidas de Nueva Zelanda. Es por ello que aquel acertado mensaje del aviso debe estar presente ante todas las personas que se encuentren con uno de estos tiernos y magníficos animalitos.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que cada vez sean más quienes actúen y protejan a esta especie exótica que no tiene forma alguna de defenderse de los peligros que les rodean!