Sabemos que los elefantes son animales extremadamente inteligentes y que tienen organización y fuertes lazos familiares, los conocemos como animales sagrados, organizados y nobles pero que pueden resultar imponentes. Sin embargo, cuando nos encontramos con elefantes bebés, nos podemos enfrentar a una cara completamente diferente donde la torpeza reina y es inevitable sonreír. Como este pequeño que tratando de jugar con sus plumíferos amigos, terminó con el rostro en el piso.
Todo ocurrió en el zoológico de Boras, al sur de Suecia, donde los animales van de un lado otro e interactúan entre especies.
A nuestro pequeño travieso le pareció atractivo interactuar con algunas gallinas de Guinea que se encontraban a pocos metros, por lo que corrió hacia ellas. Las gallinas instintivamente se movieron de lugar, pero él continuó persiguiéndolas a donde fueran y así se repitió un par de veces.
Su madre desde cerca seguía todos sus movimientos, como buena madre y haciéndole honor a su especie.
Pero el inocente juego, en cuestión de segundos lo hizo dar un par de vueltas que terminaron por marearlo, y como resultado perdió el equilibrio, con una aparatosa pero no menos graciosa caída, donde terminó arrastrando su trompa y sus rodillas por el pasto, el pobre sin dudarlo decidió desistir, pues ya no le parecían tan atractivas las gallinas.
Su madre con paciencia pero muy atenta dio un par de pasos, pero él no dudó en correr hacia ella, tambaleante y sacudiéndose.
Como un pequeño niño asustado y buscando apoyo, se refugió entre las patas de su madre, dio la espalda por completo a su lugar de juegos y se fue con ella a otro lugar. Todo quedó grabado en un video que pronto se hizo viral en redes sociales y generó muchos comentarios graciosos y positivos, sobre la unión entre los elefantes.
Son madres dedicadas y bebés muy traviesos que aún no tienen noción de su gran tamaño.
I don't know what's funnier the baby elephant chasing the birds, or when he fell and ran to his mom?? pic.twitter.com/EstAQKNhFX
— Animal Videos (@animalvid) October 29, 2017
No es la primera vez que vemos cómo los pequeños elefantes hacen de las suyas; al parecer, antes de convertirse en adultos respetados por todos, pacientes e inteligentes, son revoltosos y traviesos niños atrapados en enormes cuerpos que aún no saben dominar. Afortunadamente, sus madres comprenden muy bien toda esa energía y están ahí para vigilarlos y cuidarlos cuando lastimen sus rodillas en algún juego.
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