Barney es un lindo gatito que pasó gran parte de su vida en las calles. A lo largo de los años se las ingenió para poder sobrevivir muchos inviernos, pero llegó un punto en el que ya se encontraba demasiado agotado y requería de atención médica con urgencia.
Muchos vecinos de la zona lo ayudaban y le daban varios platos de comida al día. Sin embargo, el pequeño seguía sin contar con un techo que lo protegiera de los fuertes inviernos.
Barney fue rescatado en la ciudad de Montreal en Canadá.
Barney pasó un invierno especialmente fuerte y una de sus orejas quedó completamente congelada. Un vecino comprendió que había que hacer algo rápido así que lo llevó al Refugio Chatons Orphelins para ver si así lograban salvar su vida.
Barney fue rescatado cuando ya tenía 6 años de edad.
Barney llegó al consultorio médico lleno de cicatrices y sumamente débil. Después de una serie de pruebas lo diagnosticaron con VIF, el virus de inmunodeficiencia felina. Se trata de una enfermedad en la que el sistema inmunológico queda sumamente comprometido, así que los felinos comienzan a ser afectados por todo tipo de infecciones.
El virus que transmite el VIF sólo afecta a los gatos.
El lindo gatito necesitaría una serie de tratamientos urgentes. Su oreja congelada había quedado completamente seca, su pelaje estaba muy afectado y sus ojos no podían parar de llorar por una herida que tenía en un párpado.
Barney también debía recibir tratamiento dental así como medicinas para lidiar con los parásitos y ácaros que tenía en su oído.
Después de unas duras semanas en la lucha por recuperar su salud, el lindo Barney comenzó a mostrarse cada vez más fuerte. Logró recuperarse del VIF y dos mujeres, Mathilde y Patricia, le abrieron las puertas de su casa para que pudiera contar con un hogar temporal en donde siguiera recuperándose.
“Barney ha tenido una vida muy dura. Aprendió a sobrevivir completamente solo en las calles. Ahora está a salvo y es un gatito amado”.
Como nunca había vivido en una casa, se encontraba muy asustado. Al principio se negaba a salir de sus astutos escondites pero con el paso del tiempo comprendió que se encontraba a salvo y que además le daban todos mimos que tanto se merecía. Seis meses después llegó la mejor de las noticias: Barney encontró un hogar definitivo.
“Habla mucho y sigue a sus humanos a todos lados para poder conseguir su atención”.
Celebramos que después de tantos años luchando por sobrevivir en medio de los duros inviernos de Canadá, este hermoso gatito ya puede contar con un hogar en donde nunca le falte el calor y el amor.
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