La mañana del miércoles 15 de noviembre de este año, los visitantes de la playa turística de Ipanema, en Río de Janeiro, fueron sorprendidos por el cuerpo sin vida de una gran ballena que pesaba casi 30 toneladas y medía aproximadamente 15 metros de largo… ¡Qué muerte tan lamentable!
Este gran animal emanaba un mal olor, su mandíbula estaba desprendida del cuerpo, según el centro de operaciones de Río (COR).
El cuerpo de esta ballena fue descubierto por las personas que estaban en la playa para disfrutar el día festivo en la región. En el lugar había centenares de bañistas que fueron advertidos por las autoridades para que no se acercaran.
El biólogo Rafael Carvalho declaró que la ballena estaba muy hinchada y sin piel. Aseguró que este animal se encontraba en un estado de descomposición avanzado, por lo que se estimó que tendría más de una semana muerta.
A media mañana de ese miércoles, las autoridades ya habían colocado un perímetro de seguridad alrededor del animal e instó a los asistentes a mantener la distancia para evitar alguna enfermedad por contaminación.
Inmediatamente se iniciaron los trabajos para coordinar el retiro del animal de la playa. Los especialistas sugirieron hacerlo con una grúa o excavadora. La idea era evitar tener que cortar el animal por la mitad.
La ballena sería trasladada al puerto principal de Río y posteriormente sería desechado en Seropedica.
Centenares de ballenas han encallado en distintas playas de Brasil, especialmente la ballena yubarta, también conocida como ballena jorobada. Los registros indican que el mayor número de esos casos sucedieron durante el año 2002.
Milton Marcondes, coordinador del Proyecto Ballena Yubarta, comentó que la mayoría de estas ballenas mueren en el mar y sus cuerpos son arrastrados por las corrientes hasta llegar a la orilla de las playas.
Añadió que los incrementos de estos casos se deben al crecimiento de la cantidad de ballenas que viven en aguas brasileñas, acompañado por la disminución de los pequeños crustáceos con los que ellas se alimentan.
En esta época del año las ballenas yubartas o jorobadas procedentes de la Antártica, recorren el litoral brasileño buscando aguas clientes frente a la costa de los estados de Bahía para reproducirse.
Las autoridades están trabajando conjuntamente con los biólogos de la Universidad de Río de Janeiro, para determinar las razones de la muerte de este gran animal. Realizaron los arreglos pertinentes y le practicaron una necropsia.
Los biólogos también tomaron una muestra de la grasa de la ballena y conservaron la mandíbula del animal para una investigación adicional.
Los resultados de los estudios y los análisis serán informados en su debida oportunidad y así dar a conocer a la colectividad lo que realmente le sucedió a esta ballena.
Es una historia que aún se mantiene en misterio, cuya revelación está bajo la responsabilidad de los investigadores y autoridades que estudian el caso. Comparte esta noticia con tus amigos y familiares.