Un dueño apegado no puede separarse de su encantadora mascota y decide llevarlo en su hombro a todas partes, incluso al ajetreado recorrido en la cabina del concurrido transporte público.
El inusual acontecimiento ocurrió en Brasil, donde prohíben subir animales a las unidades.
El pasado jueves 12 de septiembre una mujer llamada Aline Popenda tomó el autobús de la línea Circular Sul en Curitiba (Brasi), después de un largo día de trabajo.
Todo parecía normal esa tarde, como ella otras personas se notaban cansadas de regreso a casa.Sin embargo, algo los sacó a todo de la rutina y sirvió para regalarles un momento de alegría.
Se trataba de un hombre un poco mayor que llevaba en su hombro a su amada mascota.
Un hermoso guacamayo azul se posaba en su hombro izquierdo, mientras el hombre se sujetaba del agarradero del transporte. El hombre iba de pie en el pasillo del autobús pero esto no parecía molestarle pues estaba muy bien acompañado.
Asombrada por el curioso para de pasajeros, la señora Popenda decidió tomar su teléfono y registrar el inusual momento.
Aunque grabó por escasos segundo, en el vídeo se nota que ninguno de los dos iba nada incómodo. Al contrario, el ave parecía acostumbrada a este tipo de paseos.
«Estaba en el autobús, vi al guacamayo con él en el metro y pensé ‘wow, ¿lo estoy viendo?’ Después se sentó a mi lado y pensé: «no es posible». Siempre uso esta línea de autobús y nunca antes había visto un guacamayo», dijo la pasajera en su red social.
El asunto puede resultar bastante divertido pero esta ave se considera un animal en peligro de extinción. Específicamente se trata de un guacamayo canindé, así que este hombre pudo ser detenido y multado por llevar al ave consigo.
«Estas aves se comercian ilegalmente y muchas se extinguieron debido a ese problema», comentó el biólogo Urben Filho.
Además, según un decreto, sólo los perros guías debidamente identificados pueden subir a los autobuses de la Urbanización de Curitiba (Urbs), y si algún empleado encuentra a otro tipo de animal siento transportado por un pasajero podría ser multado por la compañía de autobuses.
En esta ocasión sabemos que nada de esto ocurrió, pero difícilmente esta bella ave pudo haber pasado desapercibida. Probablemente los empleados del transporte quedaron encantados con su belleza y lo atípico de la situación los eclipsó, de modo que el hombre y su amigo continuaron su viaje sin problema.
Aunque prohibido, lo cierto es que esta mujer se llevó una divertida sorpresa. Comparte esta nota y coméntanos qué hubieras hecho tú en su lugar.