Un refugio de animales salvajes en Sudáfrica fue víctima de un brutal ataque de cazadores furtivos, que dejó un saldo de dos bebés de rinoceronte muertos, daños materiales e incluso se habla de una agresión sexual a una de las trabajadoras. La situación era completamente terrorífica, pero esto no terminó ahí, aunque todo el personal decidió seguir adelante, han recibido constantes amenazas.
Hasta el punto que continuar sería arriesgar la vida de todos.
La decisión ha sido dolorosa pero muy clara, el cierre definitivo del Thula Thula Rhino Orphanage. En la pasada agresión murieron Gugu e Impy, quienes habían llegado al orfanato luego de que sus madres fuesen asesinadas por sus cuernos.
Gugu fue uno de los rinocerontes que murió en medio del ataque de un disparo, pero Impy tuvo que ver todo y sufrir mientras su cuerno era arrancado vivo, quedó en tan terribles condiciones que tuvo que ser sacrificado.
Estaba muy afectado física y emocionalmente.
Es una situación muy dolorosa, ya que Impy fue encontrado después de que su madre sufriera un ataque particularmente brutal. Él permaneció seis días junto al cadáver y solo se separaba a buscar agua o pequeñas porciones de alimento, su piel aún tenía manchas de la sangre de su madre.
Su memoria difícilmente borraría esos recuerdos.
Junto a la muerte de estos dos bebés, otro bebé recién llegado llamado Makhosi y un hipopótamo llamado Charlie quedaron evidentemente traumatizados. “Es la pesadilla de una organización que se dedica a rescatar animales, ellos vieron cómo sus madres fueron asesinadas y ahora tuvieron que sufrir lo mismo”, dijo Karen Trendler, directora de Thula Thula en esa oportunidad.
Sin embargo, el personal había decidido continuar.
Pero las amenazas y los consejos de compañías de seguridad los han obligado a cerrar. Yolande Kruger, un portavoz del orfanato dice: “ha sido una decisión realmente dolorosa para todos”.
“Muchos de nuestros trabajadores estaban completamente dedicados a esta labor, no era solo su trabajo, era su hogar, pero lo hemos decidido por la seguridad de todos”, agregó Yolande.
Nadie debería pasar por esto.
Los animales de mayoría de edad han sido enviados a las reservas naturales donde se espera puedan llevar una vida normal, pues ya cuentan con las herramientas necesarias para su integración. Mientras que los más pequeños, incluyendo a Makhosi, Charlie e Isimiso, otro rinoceronte, aún requieren atención las veinticuatro horas y fueron trasladados a otro recinto.
Su ubicación actual no ha sido revelada por seguridad.
Se sabe que están reaccionando bien y duermen bajo sus lámparas infrarrojas, mientras que los suministros de Thula Thula fueron distribuidos hacia otras organizaciones similares ubicadas en Sudáfrica como Zululand RHINO Reserve Foundation y Rhino Revolution.
Se estima que al menos 1.054 rinocerontes, murieron el año pasado en manos de cazadores que buscan sus cuernos para el comercio ilegal.
La falsa creencia de que tiene propiedades curativas ha hecho del mercado ilegal algo brutal, incluso zoológicos en Francia han sufrido ataques y la realidad es que el cuerno de rinoceronte está compuesto solo de queratina, el mismo componente de nuestro pelo y uñas, por lo que es una práctica completamente injustificada.
Lamentablemente, el fin de la caza de rinocerontes está muy lejos de ser una realidad, es un negocio extremadamente lucrativo que se encuentra en manos de personas realmente peligrosas. Esperamos que el personal de Thula Thula se recupere pronto de tan triste decisión, si lo deseas puedes ayudar a las víctimas de ataques que han sido rescatados haciendo clic aquí o aquí.
No olvides compartir esta terrible historia para que juntos alcemos la voz en contra de los cazadores furtivos.