Aasha, una tigresa de Bengala, tenía 9 meses de vida y pesaba alrededor de 13 kilos, un peso apropiado para un cachorro de 3 meses, no un ejemplar de su edad. Vivía en un circo andante, pero pronto vio cambiar su suerte gracias a una intervención del Gobierno.
Y ese cambio fue gracias a Vicky Keahey, fundadora del refugio y centro de educación In-Sync Exotics Wildlife de Texas, Estados Unidos. Fue la primera en enterarse de la situación de Aasha en marzo del 2011 a través de un inspector del U.S. Department of Agriculture (USDA), preocupado por el estado del animal.
“Le pregunté cómo podía ser que un tigre de 9 meses fuera tan chico”, recordó Vicky ,que inmediatamente se puso a investigar la triste historia de Aasha, propiedad de un circo andante. Compartía la jaula con un tigre más grande que con frecuencia la lastimaba.
Así llegó la tigresa al refugio, su estado era lamentable.
Así luce a los 6 años hoy. Asombroso, ¿verdad?
Aasha es un ejemplar hermoso a pesar de su menor tamaño.
El inspector de USDA contó que una investigación descubrieron que los animales del circo no estaban siendo tratados bien y aunque no se podía establecer ni probar estos maltratos, con Aasha era evidente que algo malo pasaba, pues su estado era deplorable. Por eso le pidió que el refugio la recibiera.
En In-Sync Exotics Wildlife Rescue and Educational Center estuvieron dispuestos a recibirla y cuando Vicky vio por primera vez a la tigresa, supo que la cachorra tenía tiña, una infección contagiosa de la piel causada por parásitos.
“Los pedazos pelados cubrían casi su cuerpo por completo y su piel estaba completamente seca, lastimada, con áreas oscuras y sangrantes”, contó la fundadora del refugio. Además tenía heridas abiertas que debieron ser causadas por el tigre más grande con el que compartía jaula.
El veterinario confirmó el diagnóstico de Vicky y Aasha fue llevada a un espacio cerrado y aislado del refugio para prevenir que contagiara a otros animales mientras era tratada.
“Todos los días, dos veces al día, iba a darle la medicación a Aasha y a pasar tiempo con ella. Sabía que tenía que congeniar con ella para que pudiera mejorar”. Además de la medicación, también recibía un baño diario, el cual la cachorra trataba de evitar cada vez y había que perseguirla.
Los cuidados intensivos dieron sus frutos y hoy la tigresa está sana y salva.
Esta tigresa estuvo a punto de morir por negligencia.
Al principio era casi imposible darle el baño que era parte de su tratamiento para la tiña.
Hoy es casi imposible sacarla del agua.
“Tras 8 semanas de tratamiento se podía ver cómo crecía el pelaje donde una vez habían pelones. Para cuando el tratamiento finalizó, Aasha amaba el agua y pusimos una pequeña bañera para que se zambullera”.
Bajo el cuidado de Vicky, la tigresa comenzó a crecer hasta que no entraban las dos en el cuarto en donde era tratada, lo que no impedía que jugaran y pasaran tiempo juntas.
“Con 8 meses parecía un tigre de verdad y era el momento para ver cómo podía reaccionar con otros tigres. La cargamos y la pusimos justo al lado de Smuggler, él se volvió loco por ella y siempre buscaba llamar su atención”.
A pesar de que Smuggler era tres veces más grande que Aasha, sintieron que había una atracción entre los dos y que la tigresa iba a poder manejar la situación ante el macho. Así que comenzaron a juntarlos para que jugaran bajo la supervisión de algún entrenador hasta que pudieran moverse los dos solos.
Aasha y Smuggler se hicieron amigos casi inmediatamente.
La diferencia de tamaño esta vez no fue un problema como con su anterior compañero de jaula.
Smuggler intenta llamar la atención de Aasha todo el tiempo.
Y desde que comenzaron a compartir el cubículo, se llevan de maravilla.
Eso sucedió hace 5 años, Aasha sigue siendo pequeña ante Smuggler, que ahora sólo la dobla en tamaño, pero ambos se llevan muy bien.
En este video se los ve a los dos jugando cuando se conocieron en el 2011:
Smuggler and Aasha playing! Or, rather, Aasha annoying Smuggler. Video by Karin or Robert Saucedo (no idea which, but they're married, and Texas is a community property state, so it doesn't really matter…) 🙂
Publiée par In-Sync Exotics Wildlife Rescue and Educational Center sur Mercredi 17 août 2011
Aasha pasó de estar al borde de la muerte, víctima del maltrato y la negligencia, a ser una juguetona y confiable tigresa adulta, que adora tomar baños y compartir tiempo con los demás tigres, pero aún más con Smuggler.
Gracias a la ayuda del refugio hoy Aasha está viva.
Y sigue tomando largos baños refrescantes.
Los que disfruta muchísimo ¡no cabe duda de ello!
Pero, sobre todo, comparte el tiempo con Smuggler, su gran compañero.
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¡Comparte la grandiosa historia de esta tigresa que salvó su vida gracias a que alguien se preocupó por ella!