La presencia del hombre en la tierra ha causado tantos estragos en la vida animal, que en ocasiones resulta inevitable imaginarse que seremos nosotros el verdadero motivo de la destrucción de la tierra. Afortunadamente, no todo es oscuridad y ruina, pues la buena voluntad y la conciencia de ciertas personas nos hacen recordar que no todo está perdido.
Tal es el caso de un grupo de hombres que arriesgaron su vida con el único propósito de rescatar a una bebé jirafa de las inclementes aguas del río Uaso Nyiro, en Nigeria. Una operación que pudo haber resultado en una tragedia tanto para el animal como para sus salvadores, pero que tuvo un hermoso desenlace.
El río había crecido y la corriente era implacable, por lo que las probabilidades de que la pequeña jirafa pudiese liberarse por su propia cuenta eran, más bien, nulas. Así, tras 4 horas de larga agonía, en completa soledad y en claro estado de pánico, el destino de esta pobre criatura se hacía cada vez más incierto.
El cansancio y la fuerza del agua jugaban en contra de la pobre jirafa. Cada minuto que pasaba aumentaba el riesgo de que el cuerpo del pobre animal colapsara, por lo que no había más tiempo que perder. Fue entonces cuando un grupo de hombres se lanzó al río para rescatar a la aterrada bebé, a pesar del peligro inminente de morir ahogados ellos también.
Así, con unas que otras herramientas y mucha voluntad, estos amantes de la vida salvaje lograron llevar a tierra, sana y salva, a la bebé jirafa. Un acto de heroísmo que devino en muchas sonrisas, y que por poco pasa desapercibido de no ser por un post de Baba Sue, un usuario de Facebook sumamente comprometido con los esfuerzos de conservación.
Lo que hicieron estos hombres ha despertado la admiración de miles de personas alrededor del mundo, puesto que no solo rescataron a una bebé jirafa de las fauces del río, sino que también ayudaron a preservar una especie cuyo número ha disminuido notablemente en los últimos años.
En el año 1999, se estimaba que la población de jirafas alcanzaba los 140.000 ejemplares, hoy en día apenas llegan a los 80.000.
«Chicos, la vida salvaje es ORO», escribió Baba Sue, «es preciso que la amemos y la respetemos». Palabras sabias que nos demuestran que es posible apostar por un mundo mejor, aunque, en efecto, debemos trabajar muy duro para despertar esta misma consciencia en los otros.
Aunque no esté dentro de tus posibilidades rescatar a un animal salvaje con tus propias manos, recuerda que siempre hay algo que se puedes hacer por ellos. Riega la voz y comparte esta maravillosa noticia.