Rescatar a un perro de la calle es mucho más que brindarle una segunda oportunidad para comenzar de nuevo, es también sentir la dicha de abrirle las puertas de tu hogar al amor más puro, al agradecimiento más sincero que jamás conociste. Sin lugar a dudas, se trata de una experiencia que le cambia la vida a todos los involucrados, perros y dueños.
Y así lo demuestra la historia de Ashley, una hermosa mestiza de pitbull, que tras pasar meses viviendo en la soledad absoluta, pasando frío, hambre y sed en una casa abandonada, ahora pasa sus días deambulando libremente por una estación de bomberos, donde es adorada y cuidada por todo el equipo.
Durante sus primeros meses de vida, Ashley vivió con una pareja que no se ocupaba de ella y que la dejaba pasando hambre por días. Su estado era tal, que probablemente habría perdido la vida de no ser por una llamada anónima que recibió Erika Mahnken, co-fundadora de No More Pain Rescue, en la cual se le alertaba de la situación de abandono de la cachorra.
«Recibimos una llamada de alguien informándonos de una pareja que vivía en una casa abandonada, sin calefacción o electricidad, y que tenían a un perro allí», comenta Mahnken. Pero cuando una tormenta de nieve golpeó la ciudad, la pareja se fue, probablemente buscando un lugar más cálido donde vivir, y dejaron atrás a la pobre Ashley, congelándose en la soledad.
«Tan pronto como recibimos la llamada, nos apresuramos a ir por ella», continúa Mahnker. Una vez que llegaron, Michael Favor, el prometido de Mahnker, le pidió que se quedara en el carro mientras él iba a buscar a Ashley.
«No había agua ni comida para Ashley. Hacía demasiado frío y la casa estaba hecha un desastre, las ventanas estaban rotas y las paredes todas pintadas con extraños rostros», recuerda Favor.
Pero a pesar de todo, Ashley se encontraba de buen ánimo y su cara se iluminó al ver a Favor. «Se acercó a mí corriendo, muy feliz y moviendo su colita», explica Favor, «Pero ella estaba sumamente flaca, lo único que veías eran sus costillas».
Además, también notaron que la pobre Ashley tenía quemaduras de cigarros en toda la parte superior de su cabeza.
Como No More Pain Rescue no cuenta con un espacio físico, Mahnken y Favor llamaron a unos amigos que tenían en el departamento de bomberos de New York para preguntarles si podían ofrecerle hogar temporal a Ashley en la estación.
Una decisión con la que Ashley se sintió sumamente cómoda.
«Desde el primer momento que entró a la estación de bomberos, Ashley solo movía la cola y no podía parar de lamer a todo el que se cruzaba por su camino», cuenta Mahnken. «Estaba tan feliz. Considerando de dónde venía, eso era algo que jamás nos esperamos».
Como es de esperar, el equipo de bomberos se enamoró perdidamente de Alshley: «Queremos adoptarla. Aquí ella encontró su casa», le dijeron a Mahnken. Y, desde entonces, Ahsley la pasa de lo mejor en la estación, recibiendo toneladas de amor y alegrándole el día a su nueva y gran familia.
«Ella siempre está muy activa. Va con ellos a trotar y suelen llevarla en el camión de bomberos«, explica Mahnken. «La sacan a caminar diariamente durante 30 minutos, la llevan a la azotea a jugar, le dan muchos premios. A ella, por su parte, le encanta ir a la cocina para verlos comer».
Tras un penoso comienzo, Ashley encontró su hogar y una familia muy particular y numerosa que la adora. A cambio, los bomberos de New York disfrutan día tras día de la mejor compañía. ¡Qué hermosa historia!
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