No es extraño para los animales encontrarse con percances durante su vida, en especial cuando son cachorros y no están acostumbrados a muchos elementos de su hábitat o cuando se ven obligados a lidiar con construcciones humanas. Pero lo que encontró este residente de Milwaukee fue perturbador.
Esta persona encontró a cinco crías de ardilla gris en una situación poco común, y es que las cinco hermanas se dispusieron a salir de su nido para darse cuenta de una amarga realidad, sus peludas colas estaban enredadas las unas con las otras.
Las pobres bebés estaban confundidas y adoloridas.
Las cinco colas estaban enmarañadas con hierba larga y tiras de plástico que la madre había utilizado para hacer su nido. Con al menos 5 o 6 meses de vida, las pequeñas ardillas querían comenzar a explorar el mundo exterior junto a su madre, pero se encontraron con esa confusa y dolorosa situación.
De esta forma fue como las ardillas se encontraron en el suelo intentando ir en cinco direcciones diferentes al mismo tiempo mientras su madre intentaba ayudarlas desesperadamente.
La mujer que las encontró, viendo que las ardillas se encontraban en apuros, las detuvo y llamo al Wildlife Rehabilitation Center at the Wisconsin Humane Society pidiendo ayuda y ahí fue cuando rápidamente llegó Scott Diehl, director del mencionado ente, para ayudar a las ardillas bebés.
Tras un minucioso proceso y bastante pelaje perdido, las bebés estaban libres.
Diehl notó como las ardillas se encontraban bajo dolor, miedo e ira, así que él se dispuso a llevar a las enmarañados bebés al centro de vida salvaje en el que trabaja, donde las anestesiaron para poder comenzar con el minucioso trabajo de desenredar y separar las colas de las pequeñas.
Era imposible distinguir cual era la cola de cual, y lo peor era que todas las pobres ardillas habían sufrido de daño de tejido, en diferentes grados cada una, causado por los problemas de circulación que causó el enredo.
Aunque ya había pasado lo peor ahora necesitaban un largo tiempo de recuperación.
El equipo encargado de vida salvaje ya se había enfrentado a situaciones como estas antes, pero no con tantas ardillas al mismo tiempo. Pero después de arduo trabajo y concentración, el quipo logró liberar las colas de las pobrecitas.
Cada cierto tiempo, el equipo recibe camadas de ardillas con sus colas enredadas, pero esos casos han involucrado sólo a dos o tres ardillas. En este caso les tomó al menos 20 minutos anestesiar a cada ardilla y estabilizarlas para terminar de liberar sus colitas.
Los días han pasado y la familia de ardillas se encuentra recuperándose felizmente en el centro de vida salvaje. Las cinco ardillas están muy activas, vigorosas y felices, comiendo todo lo que les ofrecen, incluyendo nueces, semillas y fruta.
Las ardillas por fin pueden explorar libremente el mundo que las rodea.
Por fin, las pequeñas pueden poner a prueba sus habilidades para escalar, correr y saltar, lo que hacen con regularidad en el encierro al aire libre que le han acomodado los trabjadores del centro de vida salvaje.
Algunas tienen más pelaje en su colita que las otras pero es cuestión de tiempo para que les vuelva a crecer el pelaje que perdieron en el curioso accidente, lo más importante es que ya pueden explorar libremente y pronto podrán volver a tener una vida normal.
Sin la intervención humana, las pobres ardillas habrían perdido sus colitas, que les proveen balance en sus movimientos y calor, esto incluso podría haber significado el final de la vida para las cinco ardillas bebé.
Las cinco hermanas son muy juguetonas y están listas para salir de observación
Wisconsin Humane Society
Diehl está aliviado con las ardillas a salvo luego de que esa persona los llamara para hacerse cargo, y aunque todavía quedan algunos días antes de que las puedan poner en libertad nuevamente, las pequeñas podrán reunirse con su madre y tener una vida normal.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que recuerden cuan importante es brindarle apoyo a los animalitos indefensos que se ven afectados por la exposición a utensilios humanos en sus hábitats!