Los animales que deambulan por las calles del mundo no lo hacen porque esa sea la vida que desean y merecen, sin embargo, son vistos como un problema que incomoda a muchos gobiernos, que eluden jabonosamente sus responsabilidades. En lugar de protegerlos con una buena legislación, los condenan a muerte.
En la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, las autoridades se excusaban diciendo que, a estos perros, gatos, y demás animales domésticos ya nadie los quería, que colmaban los albergues y que había que “recuperar los espacios”. Por eso los sacrificaban, así, sin más.
No obstante, en días recientes amanecimos sonrientes al enterarnos de la feliz noticia de que, de ahora en adelante, la vida de las mascotas de compañía en adopción será respetada.
Se sabe que, tan solo en la ciudad californiana, únicamente el 56 por ciento de ejemplares de distintas especies que son recogidas por las organizaciones de control animal salían con vida de estos refugios.
Desechados como costales, aunque suene cruel, les arrebataban la vida, esa es la verdad. A casi la mitad de ellos, estando sanos, activos, capaces de brindar amor, que es lo que más nos duele.
Pero, quiso la Providencia que la gente se uniera en una campaña opositora al abuso animal, que se convirtió en el movimiento activista NKLA (No más muertes en Los Ángeles, por sus siglas en inglés), una marea de voces que comenzaron a alzar la voz para terminar con esta práctica disociada de toda razón.
Afortunadamente, fue este pasado 10 de marzo cuando se pronunció la asociación proanimalista Best Friend Animal Society en un comunicado, asegurando que, por primera vez, en la soleada ciudad de Los Ángeles estaría completamente prohibida para los animales la eutanasia innecesaria.
“Una tasa del 90 por ciento es el punto de referencia reconocido a nivel nacional para ser considerado sin muerte, teniendo en cuenta que, aproximadamente, el 10% de las mascotas que ingresan a refugios tienen circunstancias médicas, o de comportamiento, que justifican la eutanasia humanitaria en lugar de matar por falta de espacio”, comentó un vocero de Best Friends Animal Society.
Pero, esto no se logró por milagro divino, sino gracias a la participación de más de 150 miembros activos, quienes, de la mano con cualquier otro residente que esté interesado en iniciarse en el proyecto de vida de adoptar para amar a un minino o un canino, pueda hacerlo.
“La colaboración de todos es clave al momento de salvar a los animales, la intención es no abarrotar los refugios, para que el espacio no sea un problema”, agregaron desde Best Friends Animal Society.
Ellos, nuestros mejores amigos sin voz no la necesitan para demostrarnos la maravilla que representan. Cada vez que uno de ellos encuentra un hogar, lo llena de alegría con su agradecida presencia.
Es por eso que nuestra misión como seres vivos iguales a ellos, es amarlos y respetar sus vidas, su integridad y su salud.
Los animales son fuente del más puro amor incondicional, nuestra mejor compañía y garantía de lealtad a toda prueba. Comparte esta historia llena de buenas noticias con tus amigos.