Todos los animales del planeta tenemos la facultad de comunicarnos, cada especie, a su modo.Uno de los grandes anhelos del ser humano a través de los siglos ha sido lograr crear un sistema que permita poder entender lo que quieren decirnos los animales, o se dicen entre ellos.
¿Te imaginas que tu perro o tu gato pudieran hablar con tu mismo lenguaje humano? Pues, una mujer ha ideado una forma genial de ayudar a Stella, su perrita de 18 meses de edad, a poder expresar sus deseos y temores sin problema.
Christina Hunger y Stella
Christina Hunger es una patóloga del habla y el lenguaje que, con tan solo 26 años de edad ha creado un sensacional y novedoso invento: se trata de una caja de resonancia que permite que su amada Stella se pueda comunicar, no solo con palabras, sino también a través de sus pensamientos y sentimientos.
La caja es un dispositivo en el que Christina grabó y programó una serie de palabras básicas para que, cuando la cachorrita quiera expresarse, todo lo que tiene que hacer es pisar un botón. Es tan increíble este invento, que gracias a él esta dualidad humano/can ha podido decirse cosas importantes que han afianzado la hermosa relación ente ambas.
“Un día en particular, cuando la escuché gimiendo en la puerta principal de la casa, pensé que quería salir. Stella pudo sacarme de dudas oprimiendo el botón de “COMIDA”. La pobre estaba muerta de hambre”, dijo la patóloga.
Así, Christina ya ha podido entender con claridad cuándo su perrita quiere ir a jugar afuera, ser alimentada o sencillamente, tan solo echarse una buena siesta.
Stella oprime los botones en su caja de resonancia para expresar lo que desea
Increíble fue también el momento cuando Jake, el hijo de Christina llegó a la casa y Stella presionó “FELIZ”, antes de darse la vuelta para un masaje en el vientre. Vaya si será una perra consentida, esta simpática cachorrita…
Hunger trabaja como terapista del lenguaje en San Diego, California (Estados Unidos), ayudando a niños de uno y dos años de edad con dificultades para pronunciar sus primeras palabras, y comenzó a educar a Stella cuando tenía solo ocho semanas de nacida.
Hoy la cachorra conoce al menos 29 palabras distintas y puede combinarlas en sujeto, verbo y predicado, formando frases y oraciones completas.
“Estoy en constante asombro y conmoción. Todos los días ella dice algo más genial de lo que dijo el día anterior. La forma en que usa las palabras para comunicarse y las palabras que combina es realmente similar a la de un niño de 2 años”, aseguró Jake, el hijo de Christina.
¿Cuál es su palabra favorita? “Camina”, por supuesto, ya que la perrita no para de moverse, saltar, jugar y siempre con la lengua afuera, babeando como todos los perros inquietos y juguetones como Stella.
Por su parte, Christina piensa enseñarle cada día nuevos términos a su mascota para reforzar y profundizar el vínculo afectivo entre ambas.
Es el sueño de muchos conseguir establecer esa comunicación con los animales, escuchar todo lo que ellos nos pueden enseñar, que sin duda es mucho. Gracias a esta creativa y genial patóloga vamos consiguiendo pequeños triunfos y es posible que algún día podamos entender a los delfines o las ballenas, si dejamos que sigan existiendo; y aprender todo lo que ellos saben de la vida en el mar.
Comparte esta historia con tus seres queridos, ya que sin duda, es un bonito sueño que ojalá pueda en algún momento hacerse realidad.